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Rechaza gobierno de Obama fracaso de Iniciativa Mérida

J. Jaime Hernández Corresponsal| El Universal
Jueves 15 de septiembre de 2011

WASHINGTON.— El Departamento de Estado rechazó ayer, en los términos más vehementes, el supuesto fracaso de la Iniciativa Mérida y aseguró que, en contra de lo que ha sostenido la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, este esquema de cooperación bilateral ha reforzado las capacidades de defensa e inteligencia y ha mejorado la colaboración contra los cárteles de la droga hacia ambos lados de la frontera.

 

“Estamos completamente en desacuerdo con cualquier intento por presentar a la Iniciativa Mérida como un fracaso”, aseguró el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, para atajar así las críticas que, apenas el pasado martes, lanzó el congresista por Florida, Connie Mack, quien exigió la revisión de la actual estrategia y el esquema operativo de la Iniciativa Mérida para hacer frente a la la amenaza “insurgente” del narco.

 

Durante una audiencia del subcomité para el Hemisferio Occidental de la Cámara Baja, que fue convocada para poner en tela de juicio los progresos de la Iniciativa Mérida ante el reto de los cárteles de la droga, Mack aseguró que al sur de la frontera de Estados Unidos está operando “una insurgencia” organizada liderada por los cárteles con el fin de minar al gobierno de México.

 

El congresista consideró que, ante esta nueva realidad, ha llegado el momento de reconocer la necesidad de aplicar en México “una estrategia contrainsurgente”, para salir al paso de los “fracasos” de la administración Obama en el marco de la Iniciativa Mérida y para terminar de una vez por todas con organizaciones criminales que representan una amenaza a la seguridad nacional de ambos países.

 

“Ha llegado el tiempo de que reconozcamos la necesidad de una estrategia contrainsurgente que pueda hacer frente y combatir la resistencia y evolución de esas organizaciones criminales transnacionales que operan en México”, consideró Mack, quien preside el subcomité de organizaciones internacionales, Derechos Humanos y supervisión gubernamental.

 

“La forma de seguir adelante no es la Iniciativa Mérida”, añadió Mack al criticar el hecho de que el esquema de cooperación que arrancó desde 2007, “ha fracasado en colocar fechas concretas, metas tangibles o guías estratégicas para asegurar el uso exitoso de estos fondos” aprobados originalmente por un total de 1,500 millones de dólares.

 

“Y, mientras tanto, los cárteles de la droga han continuado trabajando a partir de una estrategia coordinada para minar al Estado mexicano a través de acciones insurgentes que incluyen violencia, corrupción, propaganda, control de bienes y programas sociales en las comunidades rurales”, enfatizó.

 

En su respuesta, el Departamento de Estado reconoció que, aunque el desafío de los cárteles y la violencia sigue ahí, Estados Unidos y México “están tomando las medidas adecuadas para resolver el problema”.

 

Entre 2008 y 2010 el Congreso autorizó mil 351 millones de dólares para financiar la Iniciativa Mérida para respaldar los esfuerzos de México en la lucha contra el crimen organizado.

 



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