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Legisladores de distintas fuerzas políticas reconocieron su preocupación porque en tres años han sido asesinados 26 alcaldes en diferentes estados del país.

Aceptaron que al Congreso le falta legislar en materia de Mando Único Policial, lo que podría poner fin al ataque a ediles.

EL UNIVERSAL publicó ayer que los alcaldes del país viven amenazados, sin policías confiables, con escasez, regateos o sin claridad en la aplicación de recursos en materia de seguridad.

Al respecto, el coordinador del PAN en el Senado, José González Morfín, mostró su preocupación por este fenómeno y aceptó que todavía falta por hacer en ese rubro. Dijo que se debe trabajar en tener policías certificadas y que pasen los controles de confianza.

Destacó que es importante el fondo del Subsemun, es decir, recursos que la Federación aporta a los municipios para el combate a la delincuencia, para que alcaldes tengan policías mejor pagadas y mejor preparadas.

Infiltración del crimen

La diputada priísta, Marcela Guerra, reconoció su preocupación por ese fenómeno, alertó por el nivel de infiltración del crimen en las estructuras gubernamentales y consideró que es necesario legislar en materia de Mando Único Policial.

Dijo que es necesario fortalecer a las presidencias municipales, por lo que se manifestó por continuar dando recursos a través del Subsemun. La legisladora por Nuevo León explicó que “no debe haber regateo” para los presidentes municipales y puedan fortalecer sus sistemas de seguridad.

Aceptó que se trata de un problema no de facultades, sino de “voluntades”.

El coordinador de PVEM en el Senado, Arturo Escobar, consideró que en esta problemática también tiene responsabilidad el Poder Legislativo, es decir diputados y senadores.

Sostuvo que es importante aprobar modelos como el Mando Único Policial, que ya no se puede tardar más, y quien no esté de acuerdo que presente otra alternativa.

Escobar dijo que lo publicado por este diario “son datos duros” que ayudan a dimensionar lo que ocurre en el país. Recordó que en el municipio de Linares, Nuevo León, hay 150 policías de los cuales sólo seis tienen permiso para portar armas y que es evidente que el esquema actual no funciona frente al calibre del enemigo que tenemos. Es evidente que el esquema actual no funciona.