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WASHINGTON.— El comandante en jefe de la Guardia Nacional en Arizona, el general Hugo Salazar, pidió ayer un aumento de recursos al considerar que la violencia e inestabilidad a lo largo de la frontera con México demandará la presencia de la Guardia Nacional “por un extendido periodo”.

La valoración del responsable del sector en Arizona —durante una audiencia ante el subcomité de seguridad fronteriza— ocurre en momentos en que la administración del presidente Barack Obama estudia la posibilidad de que la Guardia Nacional extienda su permanencia en la frontera a partir de junio próximo, cuando vence la fecha de su desplazamiento.

En una audiencia dedicada a valorar el ambiente de peligrosidad que ha llegado a niveles sin precedentes, la presidenta del subcomité de seguridad fronteriza, la republicana Candice Miller, llegó al extremo de sugerir el envío de una brigada blindada de combate Stryker a la frontera, que sirva como barrera de contención ante la amenaza de los cárteles de la droga.

La posibilidad de echar mano de una brigada Stryker, que ha entrado en acción en países como Irak o Afganistán, fue inmediatamente desestimada por el general Salazar, al considerar que sería excesiva, “a menos que el objetivo sea el uso de la fuerza”.

En su intervención, el general Salazar se dedicó a justificar un aumento de recursos para garantizar la permanencia de los 560 elementos de la Guardia Nacional que han sido asignados al sector Tucson, de los mil 200 que autorizó el presidente Barack Obama desde octubre pasado.

El resto de este contingente está actualmente repartido entre California (250 elementos), Nuevo México (72) y Texas (250), y está supeditado a la estructura de mando de la Patrulla Fronteriza (CBP) y de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).

Montarán más torres de vigilancia

A pesar de que los integrantes de la Guardia Nacional están sujetos a muy precisas y severas reglas de confrontación, están armados “debido a la creciente amenaza de violencia en la frontera internacional”, según confirmó el general Salazar.

Durante esta misma audiencia, el comisionado adjunto de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Mark Burkowski, aseguró que la violencia de los cárteles en los estados fronterizos de México, “continúa siendo de gran preocupación” ante la amenaza de que la escalada de violencia contagie a comunidades de EU.

“Vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para mantener efectivos, tecnología y recursos que han demostrado ser efectivos en los últimos dos años para mantener nuestra frontera segura”, dijo Burkowski, quien confirmó que Estados Unidos y México están desarrollando una red de comunicaciones transfronteriza para mejorar la coordinación.

Durante esta audiencia salieron a relucir los avances y fracasos de la Iniciativa de Frontera Segura (SBInet), un ambicioso proyecto que nació en 2005 y que, apenas en enero pasado, fue sometido a una intensa revisión para reconducir todo el proyecto.

La propia secretaria de Seguridad Interna estadounidense, Janet Napolitano, ha sido la encargada de anunciar el nuevo concepto integral que incluirá torres de vigilancia fijas y móviles que deberán estar listas para 2013, con un presupuesto asignado de 242 millones de dólares.