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Las declaraciones de tres víctimas de secuestro y una serie de indicios tomados en cuenta por los tribunales federales son la base de la sentencia de 60 años de prisión impuesta a la ciudadana francesa Florence Cassez, en un caso que ha tensado al máximo la relación México-Francia.

Desde su detención, en diciembre de 2005, Cassez y sus abogados han puesto en el centro de su defensa las presuntas contradicciones en las declaraciones de los testigos y una serie de violaciones al procedimiento, principalmente el “montaje” de su captura que realizó la Agencia Federal de Investigación (AFI) para las dos principales televisoras.

Cassez fue novia de Israel Vallarta (jefe de la banda de secuestradores Los Zodiaco), durante 2004 y casi todo 2005, pero siempre negó haber tenido conocimiento de sus actividades y de que utilizaba unas cabañas ubicadas en la parte posterior de la casa principal del inmueble para mantener cautivas a sus víctimas.

Asegura que sólo vivió en el rancho los tres meses anteriores a su captura. Sin embargo, unas fotografías obtenidas durante el operativo de la AFI en el inmueble, tomadas entre 2004 y 2005, la muestran junto con Vallarta haciendo las veces de anfitriones del rancho, durante una visita que les hicieron los padres de ella. También se observan aspectos de las cabañas donde ocultaban a víctimas.

Cristina Ríos Valladares y su hijo Cristian, de 11 años, así como Ezequiel Yadir Elizalde, señalan a Cassez como integrante de la banda que los mantuvo secuestrados. Elizalde sostuvo, desde que fue rescatado, que una mujer de acento extranjero, al parecer de origen francés, lo amenazó con amputarle un dedo para obligar a su familia a pagar su rescate. “Escuché la voz de una mujer de aproximadamente 30 años de edad, hablaba con acento extranjero, al parecer de origen francés, ya que arrastraba la letra ‘r’ al hablar. Esa mujer me dijo que me dejaba comida... me dijo que no intentara hacerme el héroe, que no hiciera pendejadas, que si no, íbamos a acabar mal”.

La banda de Los Zodiaco, encabezada por Israel Vallarta (entonces novio de Cassez), mantuvo en cautiverio durante 54 días a Cristina Ríos Valladares y a su hijo Cristian, de 11 años, quienes identificaron a Florence por su voz, en declaraciones realizadas el 14 de febrero, dos meses después del operativo en que ellos fueron liberados y sus secuestradores detenidos.

“Comenté a mi mamá que la persona que me sacó sangre había sido una mujer, ya que le vi las manos, suaves y de piel blanca. Esta persona pronunció las palabras como extranjera, con un acento raro y no con el tono de mexicana”, refirió el menor.

“Desde la casa de seguridad mi hijo y yo escuchamos la voz de una persona extranjera con acento muy peculiar”, declaró la madre el 15 de febrero.

Los contrastes

La defensa de Cassez argumenta que ambos testigos cambiaron su declaración luego de que el 5 de febrero de ese año se hizo público el montaje de la detención, cuando el entonces director de la AFI, Genaro García Luna, reconoció que la captura se había “reconstruido” para las televisoras.

El 9 de diciembre, en su primera declaración tras ser rescatados, Ríos dijo no conocer a Vallarta ni a Cassez (pues durante su cautiverio permanecieron con los ojos vendados), y tampoco reconoció sus voces, manifestando que las de sus custodios eran más roncas, pero los acusó a ambos del secuestro, con base en la información que le proporcionó la AFI.

“Es la misma mujer cuya voz escuché innumerables ocasiones durante mi cautiverio... la misma voz de origen francés que me taladra hasta hoy los oídos, la misma voz que mi hijo reconoce como la de la mujer que le sacó sangre para enviarla a mi esposo, junto a una oreja que le harían creer que pertenecía al niño”, escribió en 2008 en una carta abierta, tras conocer la primera sentencia de 96 años de prisión dictada a Cassez.

También consta en el expediente la declaración de David Orozco, El Géminis, presunto integrante de la banda, quien señaló a Vallarta como líder de la organización e identificó a Cassez como su pareja y la persona que cuidaba a los plagiados.

“En septiembre de 2004 Israel volvió a contactar a David Orozco para indicarle que debía cuidar a tres personas que se encontraban en (el rancho) Las Chinitas, y al llegar se percató que se encontraba la francesa, tres miembros más de la banda y tres víctimas que en ese momento debía cuidar”, dice la declaración que rindió ante la Procuraduría General de la República, de la que posteriormente se retractó argumentando haber sido torturado para declarar.