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Al cierre de 2010, la industria turística recuperó alrededor de seis puntos porcentuales de los siete que perdió en 2009, a pesar de las alertas de inseguridad que el gobierno de Estados Unidos emitió desde febrero del año pasado para invitar a sus ciudadanos a que no viajaran a México, aunque sí tuvieron un efecto negativo en la zona fronteriza.

De acuerdo con la Secretaría de Turismo (Sectur), que encabeza Gloria Guevara, en 2010 se registró un importante crecimiento en esa actividad con respecto a 2009.

El sector empresarial reconoce que “no se puede tapar el sol con un dedo” y acepta que sí hay destinos en el país que enfrentan serios problemas de inseguridad “pero esos puntos están bien detectados”.

“Lamentablemente el turista extranjero dimensiona que los problemas de inseguridad no se viven en todo el país, y aunque se les diga que son en Michoacán, en Tamaulipas, o en Guerrero, ellos lo asocian con México”, dijo Jorge Hernández, presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes (AMAV).

Para Miguel Torruco, presidente de la Confederación Turística (CNT), las alertas han sido un tema de toda la vida, desde la década de los 70. Torruco asegura que se han convertido, más bien, en una lucha a nivel diplomático.

Armando de la Cruz Uribe Valle, presidente de la Asociación mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM) admitió que el efecto de las alertas que emitieron los consulados estadounidenses, sí tuvieron un impacto negativo en los estados fronterizos como Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León y Sinaloa, en el centro, Michoacán se vio afectado.

Patricia Francis, directora ejecutiva del Centro Internacional de Comercio, organismo perteneciente a las Naciones Unidas, también comentó que a pesar de los atractivos que tiene México para convencer a los inversionistas extranjeros, tiene un gran reto que es mejorar su imagen, pues la guerra contra las drogas no le ayuda mucho en el exterior.