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Carlos Montemayor González, suegro de Édgar Valdés Villarreal, La Barbie, fue trasladado al Centro Federal de Readaptación Social 4 de Tepic, Nayarit, en cumplimiento con la orden de detención provisional, con fines de extradición, que otorgó el juez 15 de Distrito de Procesos Penales Federales.

La Procuraduría General de la República (PGR) informó que elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) cumplimentaron la orden de traslado en contra de Montemayor el 2 de febrero, a la espera de su proceso de extradición.

Montemayor, alias El Charro, The Director, Licenciado, Fox o Alejandro García, es requerido por la Corte Federal de Distrito para el Distrito Norte de Georgia, por su probable responsabilidad en los ilícitos de asociación delictuosa, contra la salud y lavado de dinero en territorio estadounidense.

Está también acusado de ser uno de los principales líderes de la organización encabezada por la La Barbie, dedicados a la importación, transporte y distribución de dinero y cocaína.

Montemayor fue detenido el 23 de noviembre pasado en la ciudad de México, por elementos de la Policía Federal y puesto a disposición de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), de la PGR.

Vinculado a los Beltrán

De acuerdo con la División Antidrogas de la Policía Federal, Montemayor González se vinculó al cártel de los Beltrán Leyva en 2003, cuando Sergio Enrique Villarreal Barragán, El Grande, lo invitó a participar.

La esposa de El Charro era prima de Ana Laura Tamez, esposa de El Grande, asesinada en 2003 por el grupo criminal de Los Zetas.

También en la misma época conoció a La Barbie en un Palenque de Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Con El Grande, Montemayor González comenzó a traficar cocaína a Estados Unidos, a donde enviaba dos cargamentos semanales de 15 a 30 kilogramos, durante dos años.

En 2005 una de sus hijas se casó en Acapulco, Guerrero, con La Barbie y por ello comenzó a recibir amenazas de Los Zetas, quienes mataron presuntamente a varios de sus colaboradores, por lo que se fue a vivir a Huixquilucan, Estado de México.

En ese municipio, bajo el seudónimo de Alejandro García Treviño, se hizo pasar por empresario dedicado a organizar eventos de charrería.