PHOENIX, Arizona.— Autoridades estadounidenses anunciaron el desmantelamiento de una red de traficantes de armas en Arizona que pretendía internar a México más de 700 rifles de alto poder, incluyendo modelos AK-47 presuntamente destinados al cártel de Sinaloa.

La Oficina del Procurador Federal de Arizona informó que 20 personas fueron arrestadas la madrugada de este martes. Los detenidos se suman a un grupo de 34 personas más que operaba la red criminal, y que es procesado en el expediente denominado “Ávila”, que formula 53 cargos federales por compra y tráfico de armas.

Dennis K. Burke, procurador federal de Arizona, aseguró que la dependencia a su cargo está comprometida en detener el flujo ilegal de armas hacia México. Aseguró que este operativo “ejemplifica, tristemente, la magnitud del problema: los capos de la droga de México vienen a Arizona a comprar armas de guerra”.

La investigación judicial informa que entre septiembre de 2009 y diciembre de 2010, los acusados compraron cientos de rifles AK-47 y los enviaron a México de manera ilegal.

Los detenidos son procesados por los delitos de conspiración para obtener armas de fuego para traficar drogas y por realizar falsos testimonios con relación a la compra de las mismas. Una condena por conspiración contempla una pena máxima de hasta 20 años de prisión, mientras que emitir falsos testimonios puede castigarse hasta cinco años de cárcel.

“Creemos que desmantelamos a toda la organización que operaba en el área de Phoenix”, dijo William Newell, agente especial de la División de Campo de Phoenix de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por siglas en inglés).

Cártel de Sinaloa, principal operador

Bill Newell, agente especial de la ATF en la ciudad de Phoenix, comentó que “uno de los cárteles que más armas adquiere en la región es el de Sinaloa, mediante la compra hormiga”.

Lanny A. Breuer, subprocurador federal de Arizona, reconoció que el operativo y las acusaciones presentadas contra los integrantes de la red “son pasos importantes en los esfuerzos del Departamento de Justicia de frenar el tráfico de armas a lo largo de la frontera suroccidental”.

El operativo fue realizado por 100 agentes de un grupo de trabajo interinstitucional, a través de la Fuerza de Tarea del Control de Drogas y Delincuencia Organizada (OCDETF).

La misión principal del programa de la OCDETF es identificar y desmantelar a los grupos dedicados al tráfico de armas y de enervantes, así como a la trata de personas y operaciones de lavado de dinero.

Las corporaciones incluidas en el operativo, fueron: la Oficina del Procurador Federal de Arizona; la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos; el Servicio de Inmigración y Aduanas; el Servicio de Impuestos; la Administración de Control de Drogas; el Departamento de Agricultura, y la Policía de Phoenix.

(Agencias)