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El estallido de un carro-bomba en Hidalgo obligará a las autoridades policiacas del país a replantear protocolos y procedimientos de seguridad cuando respondan a una llamada de emergencia, y evitar así que por falta de capacitación se activen artefactos explosivos, explicó David Shirk, especialista en temas de seguridad del Instituto Transfronterizo de la Universidad de San Diego, California.

Descartó que la detonación de un auto cargado con explosivos represente un acto terrorista, ya que para que se le denomine de esta forma debe tener además el elemento político e ideológico y no sólo el criminal.

Samuel González Ruiz, experto en temas de seguridad, fue cauto al atribuir el hecho a un acto terrorista, y comentó que por ello es importante investigar para determinar si las organizaciones del narcotráfico están escalando sus niveles de violencia.

Consideró importante que el Estado mexicano tenga una reacción rápida en este caso en particular, y genere los elementos necesarios para enfrentar estos sucesos.

“Es importante determinar si en efecto se trata de una escala más alta de violencia y de esa manera actuar cuanto antes”.

David Shirk explicó que sólo con una estrategia eficiente de inteligencia y de investigación se podrán evitar nuevos hechos de estas características.

“Creo que lo sucedido en Hidalgo es más de lo mismo, aunque más extremo y un ataque más orientado a la autoridad”.

Para Myles Frechette, ex embajador de Estados Unidos en Colombia, los cárteles mexicanos “ya comenzaron y continuarán” atacando para atemorizar al gobierno y obligarlo a detener sus acciones en su contra.