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El tema de la sucesión presidencial llegó a San Lázaro y provocó una confrontación verbal entre PRI y PAN que nadie pudo conciliar, y que por el contrario subió y subió de tono. Diputados federales del PAN desplegaron y colocaron, en la tribuna del salón de plenos, dos mantas en contra de la cancelación de las candidaturas comunes en el estado de México.

“Ley Peña, no más mentiras” y “Ley Peña, asesina de la democracia”, se leyó en las dos lonas gigantes. Minutos después, legisladores del PRI, encabezados por el líder ferrocarrilero Víctor Flores, y sus compañeros Héctor Pedroza, Manuel Cadena, Héctor Guevara y la tabasqueña Teresa de la Fuente caminaron a la tribuna para arrancarlas, lo que desató una discusión; primero frente a frente, y después de curul a curul.

Los panistas Carlos Bello, Sergio Octavio Germán Olivares e Ignacio Téllez exigieron que les devolvieran las lonas; los priístas respondieron con un retador: “¡Quítamela!”. Las mantas fueron sacadas del salón de plenos de San Lázaro por el equipo de seguridad de Víctor Flores.

Entre receso y cancelación

Las acusaciones y reclamos entre priístas y panistas orillaron al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara Baja, Jorge Carlos Ramírez Marín, a decretar primero un receso y después la suspensión definitiva de la sesión.

El panista Javier Corral reclamó a los priístas el poco respeto a la libertad de expresión y les recordó que hace una semana se les permitió protestar con una manta en contra de los impuestos.

“El tema central es el intento de distraer y ocultar lo que hizo el Congreso del estado de México, detrás de la intolerancia de no permitir candidaturas comunes. El miedo no anda en burro, anda en (Enrique) Peña Nieto, es el miedo que hoy provoca al PRI mexiquense desfigurarse de manera lamentable”, dijo.

En tanto, el también panista Carlos Pérez Cuevas aseguró que lo hecho por los priístas era un agravio al pleno y al fuero parlamentario, por lo que exigió la devolución inmediata de las mantas, que los panistas no volverían a colocar, y el ofrecimiento de una disculpa.

Pero el PRI no aceptó.

César Augusto Santiago y Ramón Martel coincidieron, en respuesta, que así como no está reglamentada la colocación de las mantas de protesta, tampoco estaba regulado su retiro.

Fue el priísta mexiquense Alfonso Navarrete Prida quien en un principio intentó moderar el debate a la libertad que tiene cada bancada de manifestarse o callarse, pero acabó admitiendo que no permitirán falsedades en contra de Peña Nieto.

“Lo que quieren es denostar a una persona que, les guste o no les guste, lleva la delantera y van a pegar con pared aquí en la bancada de San Lázaro”, advirtió.

Entre curules se escucharon de nuevo las groserías, las referencias de burlas y denuestos a quienes les daban la palabra.

En el receso, todos los líderes parlamentarios se prometieron disculpas públicas a cambio de llevar el tema de Peña Nieto y la cancelación de candidaturas comunes en el estado de México a la tribuna mañana.

Pero esas disculpas no llegaron; el PRI lamentaría ante el pleno su comportamiento, pero no lo hizo; el PAN también mostraría su arrepentimiento a la colocación de las mantas, pero tampoco cumplió, y los perredistas prefirieron guardar silencio.

Al final de la sesión, ya en la soledad de las curules vacías, Ramírez Marín le propuso a quienes lo escucharon que para la próxima que suceda algo semejante como lo de ayer mejor pongan lo acordado o prometido por escrito, pues a veces la intención no va acompañada con las palabras justas, y auguró un futuro incierto si el tema electoral se apodera de la agenda legislativa.