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El incendio en los minutos clave

Carlos Avilés| El Universal
Viernes 04 de junio de 2010

caviles@eluniversal.com.mx

El ministro Arturo Zaldívar se dio a la tarea de reconstruir el incendio en la guardería ABC y de narrar, pasó a paso, lo que ocurrió en los minutos clave, para dejar un testimonio escrito de lo que se podrá considerar como la verdad oficial en torno a aquel 5 de junio de 2009.

Derivado del relato se concluye, con base en los peritajes realizados —en especial los de la empresa estadounidense Mc Mullen, que se contrató por recomendación de los padres de los 49 niños que fallecieron en la guardería—, que el incendio fue accidental, provocado por el sobrecalentamiento de un enfriador colocado en la bodega contigua a la guardería, propiedad del gobierno de Sonora.

En una de las partes más críticas de la reconstrucción de los hechos, el ministro cuenta cómo “el incendio progresó en condiciones de combustión súbita generalizada (flashover), con lo cual se vinieron abajo, tanto las losetas del cielo raso de las salas, como el toldo de plástico que había comenzado a arder —lo que fue descrito por los testigos como una ‘lluvia de fuego’—, de manera que en poco tiempo las instalaciones se llenaron de calor y de humo denso y tóxico”.

Según el peritaje de McMullen, esta combustión, producida en forma súbita y con gran producción de calor, explicaría las explosiones que varios testigos afirmaron haber escuchado durante la emergencia.

Cuando algunas de las educadoras de la guardería se percataron del humo que empezaba a invadir el establecimiento, dieron aviso a otras compañeras de trabajo para que activaran la alarma manual de emergencias.

El informe del ministro afirma que el número de infantes respecto a los adultos presentes resultaba desproporcionado para una respuesta eficaz, porque se calcula que había entre ocho o 10 niños por cada adulto en el interior de la guardería.

Las maestras encargadas de los salones del lado oriente (Maternales B1, B2, C1 y C2), colindantes con la bodega, intentaron despertar a los niños, logrando evacuar sólo a unos cuantos debido a la dificultad de cruzar el salón de usos múltiples y a la imposibilidad de regresar a los salones para rescatar a más pequeños, por la densidad del humo y las altas temperaturas que se registraban.

Las educadoras de las salas del lado poniente (Lactantes A, B y C) iniciaron la evacuación por la salida de emergencia ubicada en el salón de Lactantes C, y posteriormente por boquetes en la pared realizados durante las labores de auxilio.

En distintos momentos las maestras y la directora de la guardería intentaron abrir la puerta de salida al patio, así como la del almacén, pero éstas abrían hacia adentro.



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