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La Policía Federal (PF) recapturó el martes pasado en la delegación Gustavo A. Madero de la ciudad de México, a Raúl Ortiz González, El Flaco, presunto integrante de la banda de secuestradores Los Rojos, a la que se atribuye el plagio y asesinato de Silvia Gómez Escalera.

El Flaco o El Azul, como también se le conoce, fue presentado en el Centro de Mando de la PF en Iztapalapa, donde ayer negó haber participado en el secuestro de Silvia Vargas Escalera y, en breve entrevista, anticipó que hablará con los medios de comunicación cuando ingrese al reclusorio.

“Lo único que les digo es que cuando esté en el reclusorio —porque es lógico que me van a pasar— y quieran hacer una conferencia, ahí estaré. Tengo mucho que decir”, manifestó el presunto secuestrador, quien escapó de la custodia policial en el hospital de Xoco el 27 de septiembre de 2008, horas después de ser detenido.

Con la detención de El Flaco son ya cuatro los hermanos Ortiz González detenidos y vinculados con el caso Vargas Escalera, pues Cándido, el jefe de la banda, y Miguel fueron capturados el martes pasado en Veracruz, y Óscar, ex chofer de Silvia Vargas, se encuentra preso desde diciembre de 2008.

Luis Cárdenas Palomino, coordinador de Inteligencia para la Prevención de la PF, explicó que aún falta por detener a Manuel, otro de los hermanos, y a dos o tres integrantes más de Los Rojos que no son familiares.

Aunque Raúl Ortiz rechazó haber participado en el plagio de Silvia Vargas, el funcionario dijo que se realizan peritajes para comprobar si él negoció el rescate, como afirma Nelson Vargas, padre de la víctima.

El funcionario de la Policía Federal aseguró que El Flaco era uno de los líderes de la banda y además negociaba y realizaba el cobro de los rescates.

Los Rojos comenzaron sus operaciones delictivas desde 1996, año en el que secuestraron a un menor de edad de la delegación Álvaro Obregón. El día que pretendieron cobrar el rescate fueron detenidos nueve de los integrantes, entre ellos se hallaba El Flaco.

Tras ser sentenciado en 2000, pidió su traslado al penal de Chilpancingo, Guerrero, de donde se fugó en 2001, y cambió su identidad, con documentación apócrifa a nombre de Ángel Cisneros Marín.

Reiteran advertencia

Durante la conferencia, Cárdenas Palomino retomó el llamado lanzado por Nelson Vargas, también ex director de la Comisión Nacional del Deporte, a no confiar en los negociadores privados en un secuestro, pues sólo generan impunidad y obstaculizan el trabajo de las autoridades que, aseguró, cuentan con las capacidades para brindar mejores resultados.

Sobre la revelación de Nelson Vargas, quien aseguró haber sido estafado por el negociador privado Ernesto Mendieta, a quien pagó un millón de pesos, el funcionario consideró que el ex titular de la Conade debería denunciarlo.

El funcionario de la Policía Federal manifestó que Mendieta habría incurrido en algún delito si negoció y cobró el rescate por un secuestro, pero aclaró que hasta el momento no hay denuncia alguna en su contra.