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WASHINGTON.— Los gobiernos de Estados Unidos y México condenaron el asesinato del agente de la patrulla fronteriza Robert Rosas, mientras realizaba un operativo contra traficantes de drogas y de personas en las inmediaciones de la localidad de Campo, cerca de la línea fronteriza que discurre de forma paralela a la carretera que va de Mexicali a Tecate.

La muerte del agente “es un ejemplo trágico de la violencia que enfrentamos en nuestra frontera común”, en tanto que el gobierno del presidente Calderón “sigue batallando con el crimen organizado”, dijo el embajador de México en EU, Arturo Sarukhan.

“El gobierno mexicano deplora el incidente en el cual murió el agente Rosas y extiende sus condolencias a la familia, amigos y colegas”, dijo Sarukhan al confirmar que las autoridades mexicanas colaboran para identificar y detener a los agresores.

“Habrá consecuencias”

Según la reconstrucción del asesinato, el agente Robert Rosas participaba la noche del pasado jueves en un operativo para seguirle el rastro a traficantes de drogas y personas muy cerca de la frontera con México. Cuando el grupo de agentes que acompañaban a Rosas se dispersó, se produjeron varios disparos que abatieron al agente fronterizo.

El agente fue declarado muerto en el escenario del operativo, mientras sus compañeros intentaban seguirle la pista a los criminales.

Robert Rosas, de 30 años, es el primer elemento que es asesinado en casi una década en esa franja fronteriza.

La secretaria de Seguridad Interna (DHS por sus siglas en inglés), Janet Napolitano, consideró que la muerte de Rosas ha hecho más evidente que EU tiene que aumentar la protección de su territorio.

“El agente Robert Rosas fue muerto a balazos mientras protegía la frontera suroeste de nuestro país”, dijo Napolitano mientras advertía que “este acto de violencia no pasará sin consecuencias”.

“Echaremos mano de todos los recursos para encontrar y llevar ante la Justicia a los responsables por este crimen inexcusable”, enfatizó la titular de DHS en EU.