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Cambio climático es cada vez más letal

LILIANA ALCÁNTARA liliana.alcantara@eluniversal.com.mx| El Universal
Sábado 28 de marzo de 2009
El aumento de la temperatura atmosférica provoca cada año más muertes en un número creciente de estados, sea por golpes de calor o por males que encuentran su caldo de cultivo en el ambiente

 

Fue un miércoles a medio día cuando, sin razón aparente, Pedro Domínguez, de 64 años de edad, perdió el conocimiento y se desvaneció en las calles del centro de Ciudad Juárez, Chihuahua.

El pavimento ardía ante los 41 grados centígrados que sobrecalentaron esa ciudad fronteriza el 25 de junio del 2008.

Minutos antes de caer al suelo, en estado de shock, Pedro Domínguez realizaba su trabajo cotidiano en las calles, cuidando coches.

El diagnóstico de su muerte tardó minutos. Los paramédicos dijeron que lo mató un golpe de calor. Se trató de la primera persona que falleció en 2008 por esa causa relacionada con el aumento de la temperatura atmosférica.

En 2008 se reportaron 30 muertes por golpes de calor, ocho más que las registradas en 2007. Pero en ese periodo aumentaron no sólo las muertes, sino también la cantidad de estados donde ocurrieron.

En 2007 hubo muertos en nueve estados: Baja California, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.

 

 

En 2008 los fallecimientos ocurrieron en 12 entidades: Baja California Sur, Chihuahua, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas y Yucatán.

 

 

Estas muertes repentinas, así como las epidemias de dengue, diarrea y las enfermedades respiratorias, tienden a aumentar al compás del cambio climático.

El Instituto Nacional de Ecología (INE) y el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en estudios conjuntos, han podido comprobar la tendencia creciente de casos de dengue y golpes de calor en el país, por lo que la Secretaría de Salud federal y de los estados han reforzado sus campañas de prevención.

En tanto que la relación entre el cambio climático (el aumento de la temperatura atmosférica y en el mar) y las enfermedades respiratorias se comenzará a estudiar en principio en el Distrito Federal y, aunque no hay datos preliminares, los expertos prevén un incremento de ese tipo de afecciones.

Adrián Fernández Bremauntz, director del INE, explicó que la hipótesis en esta línea de investigación es que ante el aumento de la temperatura, se incrementarán a su vez los niveles de concentración de ozono en las ciudades, por lo que podrían resultar afectadas las personas que padecen alguna enfermedad respiratoria o detonar padecimientos de este tipo en personas sanas pero propensas a sufrirlos.

El cambio climático es un fenómeno generado por la emisión mundial de gases de efecto invernadero que ha sido confirmado por los especialistas y se observa porque hay una tendencia anual que eleva la temperatura promedio y que produce climas extremos.

“Ahora casi año con año se rompen récords y aunque siempre ha habido en el registro histórico momentos de climas extremos, el problema es que ahora son más frecuentes y si antes ocurría un evento cada 50 años, ahora se producen con más regularidad”, explicó Fernández Bremauntz.

Las proyecciones hechas por los expertos, que están contenidas en la Guía para la Elaboración de Programas Estatales de Acción ante el Cambio Climático, señalan que en una década la temperatura atmosférica podría aumentar dos grados centígrados. Esa situación generaría un derretimiento de los casquetes polares, la elevación del nivel del mar, mayor fuerza de los huracanes, aumento de zonas inundables, afectación de los ecosistemas, una mayor desertificación y, por ende, el deterioro en la salud y la calidad de vida de la población.

 

El mapa de riesgos

El director del INE y el doctor Horacio Riojas, especialista del Instituto Nacional de Salud Pública, coincidieron en que los efectos del cambio climático en la salud de los mexicanos son diferenciados, dependiendo de la entidad donde habiten.

De esta manera, quienes viven en los estados del Golfo de México, principalmente, padecerán más inundaciones por los huracanes y lluvias, y con ello se propagarán con mayor celeridad las enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue.

Esta situación la comprobaron al realizar el “Estudio piloto sobre escenarios de riesgos en salud asociados al cambio climático en regiones seccionadas de México”.

El estado seleccionado para esta investigación fue Veracruz y encontraron que, según las tendencias epidemiológicas, un incremento de entre 3 y 4 grados centígrados de temperatura ambiental aumenta hasta en 100% la tasa de reproducción del virus de dengue, el cual se transmite a través de un mosquito que se reproduce en depósitos de agua.

Reportes de la Secretaría de Salud señalan que entre 2003 y el 2007 se incrementó 800% la incidencia de dengue en México, al pasar de 6 mil 400 casos a 48 mil en ese periodo.

 

Esta enfermedad se presentó en los estados de Baja California Sur, Campeche, Colima, Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.

 

 

En 2008 la tasa se redujo a 30 mil casos, pero en este 2009 las previsiones advierten sobre un posible repunte. Hasta el 28 de febrero pasado se habían presentado en el país mil 938 casos confirmados de dengue en 21 estados de la República.

Además de este riesgo, agregó Fernández Bremauntz, en los estados de la costa podría haber un mayor riesgo de intoxicaciones entre las personas por consumir pescado contaminado con la marea roja, pues uno de los factores que originan la reproducción de los microorganismos tóxicos es el aumento de la temperatura del mar.

En los estados del noroeste y centro de la República Mexicana, ambos especialistas alertaron sobre la sequía, la desertificación y la poca disponibilidad de agua potable, lo que podría dar lugar a un aumento en los casos de golpes de calor.

 

 

En el sureste mexicano —Chiapas, Guerrero y Oaxaca— los expertos señalaron que existe un mayor riesgo de vulnerabilidad de la población a las diarreas, por el aumento de la temperatura, las lluvias persistentes y la situación de pobreza que impide a muchas familias conservar en buen estado los alimentos y consumirlos en condiciones higiénicas.

El director del INE indicó que para hacer frente a estos escenarios, antes de que finalice este año alrededor de 15 entidades habrán elaborado planes estatales de adaptación al cambio climático, a través de los cuales los gobiernos plantearán estrategias, dependiendo el impacto local que produzcan los futuros cambios de temperatura.

“Estas situaciones no son catastrofistas. Ya están ocurriendo y hay que tomar precauciones porque aunque disminuya la emisión de gases de efecto invernadero, el aumento de temperatura en el planeta continuará durante una o dos décadas”, señaló Adrián Fernández.

 

 

 

 



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