Para muchos gobiernos de los estados la intención de acabar con el impuesto por la tenencia vehicular causaría estragos en sus economías domésticas, y que una eventual cancelación de estos recursos pondría en riesgo obras de interés social.

Surgido como un impuesto “casuístico” para obtener recursos extraordinarios para la infraestructura deportiva de los Juegos Olímpicos de 1968, representa hoy día una inyección segura de recursos a las entidades del país, incluyendo el Distrito Federal.

En Aguascalientes, el presidente de la Comisión de Economía del Congreso local, David Mendoza Esparza (PRI), indicó que la merma podría causar desequilibrio, ya que esperan obtener este año 12 mil millones de pesos de ingresos fiscales, de los cuales 250 millones, el 2.2%, serán del pago de tenencias.

El gobierno de Chihuahua se opuso a la eliminación del impuesto por considerarlo importante para cubrir el gasto social y el de Coahuila dijo que era injusto. De concretarse la idea de suprimir la tenencia, dijo, se dejarían de percibir 735 millones de pesos anuales.

En Campeche no podrían recaudar al menos 130 millones de pesos, y en Durango, el secretario de Finanzas y Administración, Carlos Contreras Galindo, consideró que se tendría que modificar el programa de obras públicas, porque significaría una pérdida de 158 millones de pesos al año.

En Hidalgo, el presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso local, Pedro Luis Noble Monterrubio, criticó el proyecto y dijo que los diputados federales tendrán primero que prever cómo suplir ese impuesto, ya que representa una importante fuente de ingresos.

En cambio, el diputado priísta Juan Carlos Campos Ponce, de la Comisión de Hacienda y Deuda Pública de Congreso de Michoacán, consideró que las entidades federativas no sufrirán importantes pérdidas, porque sería sólo 2% del presupuesto total, y en cambio sería un alivio para la población en momentos de crisis.

Morelos obtiene por pago de tenencia unos 380 millones de pesos, y según el secretario de Finanzas y Planeación, Alejandro Villarreal Gasca, de derogarse se pondrían en riesgo proyectos de infraestructura y desarrollo de las comunidades.

En Nuevo León, el Congreso local apoyó la propuesta de suprimir ese impuesto. El presidente de la Comisión de Hacienda, Noé Torres Mata, dijo que es casi imperceptible —de unos mil millones de pesos en ese estado— y se puede compensar con otros rubros, como el de excedentes petroleros.

En Veracruz, el gobernador Fidel Herrera (PRI) avaló la propuesta de eliminar la tenencia a pesar de que su gobierno colocó en la bolsa a 29 años 6 mil 400 millones de pesos procedentes de ese impuesto para destinarlos a realizar obras públicas. “Todo lo que ayude a la economía popular es positivo y también debería ser la reducción del precio del diesel”, añadió.

Para el secretario de Hacienda de Yucatán, Juan Ricalde Ramírez, el pago de tenencia es de 413 millones de pesos, 2.5% de los 16 mil 400 millones de pesos programados para este año. De eliminarse, dijo, el gobierno federal tendría que cubrir ese recurso por otra vía o se tendría que crear un gravamen local.

El DF dejaría de obtener hasta 4 mil millones de pesos al año, aceptó Marcelo Ebrard, jefe del gobierno capitalino, sin manifestarse en contra de la iniciativa impulsada por el PAN. “Tendría que sustituirse esa fuente de ingresos”, dijo. (Con información de Rubén Gómez Rodríguez, Azucena Silva, Yazmín Rodríguez, Jonathan Tapia, Mónica Perla Hernández, Édgar Ávila, Luis Alonso Fierro, Hilda Fernández, Dinorath Mota, Justino Miranda, Francisco Ynurreta y Alberto Cuenca, corresponsales y reportero)