Para Amalia García, gobernadora de Zacatecas, el poder de los cárteles del narcotráfico es un desafío a la República, y ella misma sabe del reto. Reconoce que “el temor puede existir” de su parte por la lucha que libra en la entidad contra estos grupos criminales, pero que a eso “hay que sobreponer el deber”.

Sabe de las amenazas que provienen del narcotráfico, y sostiene que ante estas expresiones no se deben dar signos de debilidad ni permitir señales de que las instituciones o autoridades están acorraladas.

En la entrevista concedida a EL UNIVERSAL, Amalia García consideró que la clave en el combate a estos grupos criminales pasa por la colaboración contundente del gobierno de Estados Unidos.

Hace ver, incluso, que a lo largo de la frontera común, de más de 3 mil 200 kilómetros, existen por lo menos 11 mil armerías, donde prácticamente se surte el narcotráfico.

Por ello, cree que el cierre de la frontera al tráfico de “armas de guerra” que utilizan los cárteles en México sería la acción más viable de Washington para contrarrestar la fuerza y poder de las bandas delictivas.

Aunque Zacatecas aún no padece los niveles de violencia de otras entidades del país, la guerra entre sicarios de los distintos grupos del narcotráfico con presencia en el estado comienza a ser un problema de seguridad.

Sólo en 2008, fueron ejecutadas en Zacatecas 23 personas, y otras seis en lo que va del presente año, de acuerdo con el conteo de este diario.

Aunque las denuncias de levantones masivos en Zacatecas ya plantean un ambiente de intranquilidad en la población.

En opinión de Amalia García, la lucha contra el narcotráfico y bandas del crimen organizado no se resuelve sólo por las armas, pero cree firmemente que el Ejército mexicano debe estar presente en este combate.

En 2009 ya se han registrado alrededor de mil 100 ejecuciones en todo el país, principalmente en Chihuahua.

Admite que en Zacatecas no sólo actúa una organización criminal y, por ello, la coordinación entre las policías estatales y locales con las fuerzas federales y el Ejército “es total y absoluta”.

“No se trata de un solo cártel, y si se cree que la batalla es contra una organización criminal, la visión es equivocada. Todas estas organizaciones son una amenaza, y no es abstracto, ya le están planteando un reto al gobierno de la República, a los gobiernos estatales y municipales”, señala la mandataria.

Ella misma asegura que tiene la obligación personal de enfrentar a estas organizaciones con toda decisión.

“Aquí no hay tintas medias, hay que combatirlos. Todos los cárteles tienen que ser enfrentados”, expone en la plática.

Sostiene su decisión de actuar y “no darle tregua a los grupos delictivos”.

Sobre el reciente suceso en el estado de Chihuahua, donde murió un escolta del gobernador José Reyes Baeza, se le preguntó a García si ella no tiene temor a las amenazas.

“El temor puede existir, pero a eso se debe sobreponer el deber”, respondió.

En su opinión, “es la hora de crecerse ante este reto que han planteado a las instituciones estos grupos delictivos”. Pero argumenta que en esta lucha juega un papel preponderante la reconstrucción del tejido social, y hace referencia a un programa lanzado en Zacatecas: “Más valores, mejor sociedad”.

“No creo que sea bueno en este momento dar una señal de que la delincuencia quiere acorralar a los gobiernos o las instituciones de la República”, sostiene la gobernadora zacatecana, cuyo estado ya enfrenta los estragos del narcotráfico.