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Repara fractura con AL

Natalia Gómez Quintero| El Universal
Miércoles 31 de diciembre de 2008

natalia.gomez@eluniversal.com.mx

En noviembre de 2006 los círculos políticos, diplomáticos y periodísticos no la perfilaban como una de las mujeres que formaría parte del gabinete presidencial, incluso pocos la reconocían. A ella misma, la invitación que le hiciera Felipe Calderón le provocó una gran sorpresa y, ha reconocido en privado, también entusiasmo.

Fue en ese contexto y en medio de los rumores que señalaban al actual embajador en Washington, Arturo Sarukhán, como el indicado para ser el canciller de la entonces nueva administración, que Patricia Espinosa Cantellano asumió en diciembre de 2006.

Con ello, Espinosa Cantellano se convirtió en la segunda mujer en ocupar este cargo, luego de que la actual senadora Rosario Green, identificada como una persona cercana a Patricia Espinosa, lo ocupara los dos últimos años de la administración de Ernesto Zedillo.

Han sido dos años en los que Espinosa Cantellano, a quienes expertos no le auguraban más de un año al frente de la Cancillería, ha recompuesto los vínculos con América Latina. Destacables son los puentes tendidos con Cuba y Venezuela en los que las relaciones diplomáticas estuvieron al borde de la ruptura, durante la administración del ex presidente Fox.

Hacia el norte su principal logro ha sido la concreción de la Iniciativa Mérida.

Cantellano, quien a finales de 2006 formó parte del grupo de cuatro mujeres al frente de una secretaría de Estado, es considerada entre las personas allegadas al Presidente como alguien que está haciendo muy bien su trabajo. Reconocen que su mejor papel no lo da ante los medios, pero sí en las negociaciones internacionales.

Este prestigio de una buena negociadora discreta, lo conserva entre sus compañeros integrantes del Servicio Exterior Mexicano (SEM), al que Espinosa Cantellano pertenece desde hace 27 años.

Esa responsabilidad le ha obligado a cambiar de manera evidente en la proyección de su imagen: ha adelgazado, su maquillaje y forma de vestir, así como su cabello lacio a los hombros, se han estilizado.

En este su tercer año al frente de la Cancillería, Espinosa Cantellano tiene el reto de posicionar a México como un destino de inversión.



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