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La falta de dinero, el desconocimiento en la existencia y uso de los diferentes métodos anticonceptivos en su primera relación sexual, además de no saber cómo adquirirlos, pensar que “no son necesarios” y “que no tendrían consecuencias” son las razones que expusieron los jóvenes al hablar sobre su primera relación sexual que se da entre los 15 y 17 años en promedio, pero que en los últimos años redujo la edad del inicio de la actividad sexual a menos de 13 años.

La revelación la hicieron jóvenes que iniciaron su bachillerato a especialistas del Instituto Nacional de Salud Pública en la Primera Encuesta Nacional Exclusión en Escuelas Públicas de Educación Media Superior para la Secretaría de Educación Pública.

A pesar de la información que disponen en la escuela y entre sus familias, una tercera parte de los jóvenes considera que la “mujer debe llegar virgen al matrimonio” y que “las mujeres que llevan condones son fáciles, que los chavos, no las chavas, necesitan de varias parejas sexuales”, además de que el “embarazo es un asunto de las chavas”, revela la encuesta aplicada a estudiantes de las escuelas de educación media superior dependientes de la SEP.

Primo Sandoval Aguilar, investigador del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, asegura que el incremento de los embarazos entre los adolescentes y el desconocimiento de los anticonceptivos “se han convertido en un problema de salud pública” que requieren de la atención no sólo de los padres de familia, sino también de la ampliación de programas preventivos por parte de los tres órdenes de gobierno, municipal, estatal y federal.

El especialista universitario refirió que el crecimiento de los embarazos entre los jóvenes y niños, como en el caso de la niña Viridiana de 11 años de edad y que vive en Los Cabos, Baja California Sur, son producto de que los “gobiernos conservadores restringen cada vez más la capacidad de información” sobre los temas de sexualidad.

Pero relajar la disponibilidad de información, plantea, no significa que los jóvenes no la van a buscar. Actualmente existen cientos o miles de formas de acercarse a la sexualidad a través de las páginas de internet o en los puestos de revistas que desorientan a los jóvenes sobre una sexualidad responsable.

Las consecuencias, agrega, no sólo pueden ser biológicas para los hijos de esas adolescentes, sino también sicológicas, puesto que la maduración no es la adecuada para construir una familia.

“Ese tipo de jóvenes están destinadas a convertirse en madres solteras, porque no tienen la madurez necesaria para enfrentarse a la responsabilidad de una relación de pareja y familiar”, explica.

En la encuesta de la SEP también se revelan aspectos de la sexualidad de las jóvenes, ellas dijeron haber accedido en 64% de los casos a su primera relación sexual “por amor”, mientras que los varones lo hicieron “por deseo” (34%), por “curiosidad” (26%), y porque “me forzaron” (1%).