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Policías Federales Preventivos con armas largas vigilan adentro y afuera de la Cámara de Diputados, ante la amenaza permanente de un asalto a los millones de pesos que se tienen en bóveda para el pago de aguinaldos, facturas y gratificaciones.

Una imagen inusual en San Lázaro es ver a policías armados, pues la autonomía del recinto legislativo lo impide en situaciones normales; sin embargo, el evidente operativo fue solicitado por la Dirección General de Seguridad y Resguardo de San Lázaro, a fin de prevenir un asalto, como el sucedido a la nómina de Petróleos Mexicanos, hace algunos meses.

Así, en el Edificio E planta baja, donde está la bóveda, las cajas de pago; así como en los accesos de proveedores, en las oficinas del sindicato y en las entradas vehiculares a basamento, hay 10 policías por turno vestidos todos de negro, con cascos y con un arma larga, que mantienen en sus brazos permanentemente.

Con un perfil discreto, los policías sólo observan el movimiento de la gente parados incluso en la plazoleta central, donde se registra un flujo importante de personas caminando.

La Mesa Directiva de la Cámara baja avaló este operativo a fin de prevenir cualquier situación que ponga en riesgo a las miles de personas que laboran en San Lázaro, pero a cambio de aprobar las armas, se pidió discreción y buen comportamiento de los elementos de la PFP.

Según información recabada, no se tenía ninguna amenaza de asalto; sin embargo, la situación nacional y los niveles de violencia obligaron a los diputados a permitir la presencia de policías armados que resguarden no sólo el dinero, sino a las personas que cobran sus prestaciones laborales.

El resguardo estará hasta el 12 de diciembre.