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Justo en el momento cuando concluía el mitin de campesinos y sindicalizados que exigieron la revisión del ca-pítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América Latina (TLCAN) y rechazaron los aumentos a energéticos, el último contingente de la marcha aún ingresaba al Zócalo.

Fueron miles los campesinos y trabajadores sindicalizados que caminaron del Ángel de la Independencia y llenaron la plaza de la Constitución en respuesta a la convocatoria del Movimiento Nacional para La Soberanía Alimentaria.

Más de 70 tractores encabezaron la movilización que entró al primer cuadro y se estacionaron frente a los edificios del gobierno del Distrito Federal, mientras la plancha se llenó de gente.

Aunque la protesta fue pacífica, unos 200 granaderos de la policía capitalina resguardaron el Museo Nómada que suspendió actividades a las 13:00 horas.

La Secretaría de Seguridad Pública del DF dispuso de mil 500 elementos para resguardar la embajada de Estados Unidos y el hotel María Isabel Sheraton, entre otros inmuebles.

El saldo final de la dependencia fue la muerte de una campesina originaria de Nayarit que sufrió un paro cardiorespiratorio. También hubo un policía lesionado, luego que la llanta de un tractor le pasó por encima de un pie.

Horas antes del inicio de la marcha, programada a las 16:00 horas, campesinos de Agrodinámica Nacional de Chihuahua y del Comité Pro Mejoramiento del Agro Guanajuatense, incendiaron un tractor, cerca del Monumento a la Revolución, luego que no se les permitió hacerlo frente a Palacio Nacional.

A las 15:00 horas, un contingente de 600 agricultores partió en caravana con 50 tractores del cruce de Paseo de la Reforma e Insurgentes; prefirieron ir solos pues según Armando Villarreal, uno de los líderes no estaban totalmente en contra del TLCAN: “nosotros sí queremos sembrar transgénicos”.

Enseguida, 5 minutos antes de las 16:00 horas, partió el resto de las agrupaciones encabezadas por la Confederación Nacional Campesina (CNC) con más tractores y por trabajadores del sindicato de electricistas del otro.

En la marcha, la mayor parte de participantes fueron campesinos o productores, mientras que el resto, trabajadores sindicalizados —que tuvieron que pasar lista al final como ocurrió con los del STUNAM— estudiantes y ciudadanos.