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El secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, afirmó que en el sexenio de Vicente Fox se recortaron mil plazas al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), que no se invirtió en tecnología de punta para detectar movimientos de grupos como el Ejército Popular Revolucionario (EPR), y que además se redujeron los recursos económicos para esta oficina.

Calificó como un “acto cobarde” las explosiones provocadas por el EPR; que hay instrucciones para localizar a los responsables, y advirtió que el Estado reaccionará ante estos hechos con “toda su fuerza”.

En comparecencia por el primer Informe de Gobierno, Ramírez Acuña dijo que el gobierno no permitirá que se trate de desestabilizar al país.

En su estancia en la Cámara, señaló que recibió un Cisen deteriorado en su estructura y en condiciones “no claras” para el proceso de este tipo de atentados, lo que afectó la detección a tiempo de acciones del EPR.

En este gobierno, atajó, se tomó la decisión de fortalecerlo.

Pero Víctor Valencia (PRD) le reviró lo publicado por EL UNIVERSAL sobre que el presupuesto del Cisen aumentó cinco veces en la última década. Al respecto, evadió dar una respuesta puntual. Fue una comparecencia en la que en dos ocasiones diputados del PRD sacaron pancartas de rechazo y le pidieron su renuncia.

Aseguró que no se confundirán movimientos sociales con delincuenciales o de guerrilla. Dio a conocer que Pemex ha reforzado la vigilancia en sus instalaciones, y la información —como mapas de ductos— que antes eran visibles en internet, hoy se mantiene en resguardo.

Sobre dos presuntos militantes del EPR desaparecidos, el funcionario indicó en entrevista que no tiene más información que la denuncia ante PGR. Invitó a legisladores a revisar las instalaciones del Ejército y de la PGR para verificarlo.

Ante la petición de su renuncia, dijo que sólo lo hará cuando el presidente Felipe Calderón se lo pida.

En tribuna, aseguró tajante que en México no existe el espionaje político por parte del gobierno federal.

En diferentes momentos, fue cuestionado sobre la existencia del Grupo Central de Atención a la Subversión, y dijo que se trata de un órgano interno, dijo, integrado por Sedena, SSP, PGR y Cisen, para coordinar la lucha contra el crimen organizado.

La oposición en San Lázaro trató de capitalizar sus momentos.

Reclamó al secretario sus lineamientos de censura, represión y tardanza para resolver asuntos prioritarios como la aparición del EPR y el conflicto en Oaxaca.

La perredista Valentina Batres le dijo “mentiroso” y “cínico” a Ramírez Acuña, entre otras razones, por el corte de la transmisión el 1 de septiembre cuando se disponia a hablar la presidenta de la Cámara, Ruth Zavaleta.

En materia de combate al narcotráfico, señaló que México dejó de ser un país de tránsito de droga, para convertirse en uno de consumo, y rechazó que EU interfiera en la estrategia contra el hampa.