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Un laberinto sin salida para los discapacitados

MÓNICA ARCHUNDIA| El Universal
Domingo 29 de julio de 2007
La falta de rampas y de semáforos con señales auditivas, entre otras barreras arquitectónicas, les impide desarrollarse en el ámbito social, académico y laboral

La discriminación hacia las personas con discapacidad aún es grave en la ciudad de México y se manifiesta con la simple existencia de barreras arquitectónicas que les impiden su adecuada movilidad. “Lo que sucede es que a veces es tan invisible que la gente no lo ve...las dificultades para ingresar a un trabajo o a la escuela también son formas de discriminación”.

Así lo afirma Amalia Gamio, coordinadora del programa para la defensa de los derechos y la dignidad de personas con discapacidad del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), quien considera como soluciones el cumplimiento de las leyes que protegen a este sector y establecer en ellas sanciones más elevadas a quienes las violen.

Francesca Sasso, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, plantel Azcapotzalco, coincide en este tema: “Sigue habiendo discriminación en todos los medios porque muchas instituciones no son adecuadas para personas con discapacidad y eso es una discriminación en las estructuras arquitectónicas...no hay señalización para personas ciegas o sordas”.

Y añade que “muchos se quedan en sus casas por su discapacidad para movilizarse, aunque sí son capaces para integrarse, además a muchos dejan de llevarlos a terapias porque no hay quién los movilice, porque hay que cargarlos”.

Ricardo Bucio, secretario técnico de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), considera a la ciudad como un laberinto sin salidas para personas con discapacidad por la insuficiencia de rampas, la mala condición de las banquetas y la falta de semáforos con señales auditivas.

De los más de mil puentes peatonales que existen en el DF sólo siete pueden ser usados por esta población; además, para acceder a los autobuses del gobierno este sector debe aguardar su paso en avenidas principales.

Julio César Núñez Quintana, presidente de la Fundación Si tú quieres...¡yo puedo!, es usuario frecuente del Metrobús y sabe que descender en las estaciones Deportivo 18 de Marzo, Euzkaro, Potrero, La Raza, Circuito, San Simón, Manuel González e Insurgentes es una hazaña ya que el acceso a las paradas se consigue a través de largas escaleras.

Moverse en su silla de ruedas resulta difícil cuando intenta trasladarse en la ciudad, ya sea por cuestiones de trabajo o de diversión.

Se estima que la tasa de participación económica de la población con discapacidad en el Distrito Federal es de 25.4 y de 27.3% en el estado de México.

Sin embargo, Gamio se refiere a la necesidad de elaborar un censo específico sobre personas con discapacidad ya que el simple hecho de que no exista es ya una forma de discriminación.

Según el XII Censo de Población y Vivienda 2000 del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en el DF hay 159 mil 754 personas con discapacidad.

No obstante un estudio presentado en 2006 por el gobierno local, la UNICEF y la asociación civil Alternativas de Comunicación para Necesidades Especiales revela la existencia de 77 mil 582 con afectaciones permanentes en zonas de muy alta, alta y media marginación.

En el caso de la ciudad se considera que 36 mil 563 personas con discapacidad tienen alguna ocupación laboral. Las principales discapacidades son de tipo motriz, sensorial y mental.

El estudio titulado “El reto de la inclusión y atención integral de niños, niñas y jóvenes con discapacidad en el DF” señala que 41.4% de los menores de entre seis y 15 años que vive en marginación muy alta carece de escolaridad y una de las principales causas de ello es la pobreza y falta de información.

Además, el porcentaje más alto de personas con discapacidad —44%— corresponde a la población de entre seis y 12 años.

El análisis revela que 67.9% de menores de entre seis y 15 años no recibe educación especial porque no encuentra el servicio o no puede pagar los gastos que implica.

Aunque 70.5% de la discapacidad permanente detectada entre niños que viven en zonas marginadas del Distrito Federal tiene su origen en el nacimiento, ésta se encuentra vinculada a la falta de servicios médicos.

Según el INEGI, en la capital el promedio de escolaridad de las personas con discapacidad es 6.2 años, casi dos puntos por arriba del estado de México, donde se ubica en 4.5.

En esa entidad el instituto ha detectado a 189 mil 341 personas con discapacidad, desde recién nacidos hasta adultos mayores, de las cuales el 80.5% es derechohabiente del IMSS.



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