El presidente electo, Felipe Calderón Hinojosa, dio a conocer los nombres de los seis primeros titulares de las carteras del sector económico con los que gobernará en el próximo sexenio.

Para la Secretaría de Hacienda designó a Agustín Carstens Carstens; en Energía, a Georgina Kessel Martínez; en Economía, a Eduardo Sojo Garza-Aldape; en la secretaría de Comunicaciones y Transportes, a Luis Téllez Kuenzler; en Trabajo y Previsión Social, a Javier Lozano Alarcón; y en la de Turismo a Rodolfo Elizondo Torres, quien repetirá en el cargo.

"Los servidores públicos, que lo serán a partir del 1 de diciembre, están dispuestos a comprometerse sin ninguna reserva, a trabajar por alcanzar nuestro objetivo final: una economía competitiva y generadora de empleos dignos para los mexicanos", dijo Calderón en un mensaje a menos de 24 horas de que Andrés Manuel López Obrador se declarara "presidente legítimo".

En estos seis -de los 19 nombramientos que deberá hacer-, dos de los secretarios designados son de militancia panista, el resto han colaborado en gobiernos del PRI o del PAN. Incluso, Luis Téllez, fue secretario de Energía con Ernesto Zedillo (PRI) y subsecretario de Agricultura con Carlos Salinas de Gortari (PRI); mientras que Javier Lozano Alarcón fungió como coordinador de prensa del CEN del PRI en la presidencia de Dulce María Sauri Riancho, además de haber sido representante del gobierno de Puebla a cargo del priísta Melquíades Morales.

Calderón invitó a una mujer a colaborar con él en la Secretaría de Energía, Georgina Kessel Martínez, quien ha sido funcionaria de Pemex y trabajó en la Unidad de Inversiones de la Secretaría de Hacienda.

En las designaciones hechas ayer en la casa de transición, el próximo mandatario mexicano también privilegió el origen académico de sus colaboradores quienes, como él, son egresados del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), cuyo actual rector, Arturo Fernández, también participa en los trabajos de la transición al coordinar uno de los talleres del Proyecto México 20-30.

Agustín Carstens, Georgina Kessel, Eduardo Sojo Garza-Aldape y Luis Téllez, son economistas egresados del ITAM, donde Calderón estudió una maestría, mientras que Javier Lozano Alarcón es abogado por la Escuela Libre de Derecho, al igual que el presidente electo. Rodolfo Elizondo estudió Administración en el Tec de Monterrey.

Los futuros secretarios de Estado emitieron breves mensajes en los que subrayaron la lealtad con la que colaborarán con el gobierno de Calderón y anunciaron que impulsarán reformas como la laboral, en el caso de Lozano Alarcón, "con pleno respeto a los sindicatos y a los derechos de los trabajadores" y otras para otorgar autonomía a los organismos del sector energético como anunció Kessel:

"Será necesario impulsar una profunda modernización en el sector durante los próximos años que preserve la propiedad de la nación sobre el petróleo y otros recursos naturales además de fortalecer los organismos públicos para otorgarles autonomía de gestión, fortaleza financiera y capacidad operativa", adelantó.

Al hacer la presentación, en ausencia de Rodolfo Elizondo quien, según el presidente electo, se encuentra en gira de trabajo en Japón, Calderón reconoció la trayectoria de los próximos secretarios:

"En todos los casos su formación académica y su experiencia laboral dan fe de que cuentan con los conocimientos. He tenido también en cuenta la integridad de sus valores éticos, su honestidad y su lealtad para el gobierno y para México".

El próximo presidente mexicano dijo que los instruyó para "estar al tanto de la interlocución con el Congreso y los legisladores. Su trabajo y actitud de diálogo franco, respetuoso y de colaboración con la presente legislatura, será fundamental para la construcción de acuerdos".

Calderón Hinojosa también se comprometió a "realizar personalmente" una evaluación diaria de los secretarios de Estado, "siempre con sensibilidad a las demandas sociales y al pulso de la evaluación que la misma sociedad realice del trabajo de cada uno de ellos".

En su mensaje el panista concluyó: "Hoy los mexicanos demandan del gobierno no perder un minuto de su tiempo, saben que México necesita una economía que crezca más rápido, a tasas más altas y de manera sostenida y que ese crecimiento dé beneficios concretos a los ciudadanos al generar puestos de trabajo bien remunerados. El único camino realmente efectivo para combatir la pobreza y la desigualdad es la generación de empleos".

Eso, añadió, sólo se logra con "una política económica responsable y dinámica que al tiempo que mantenga el equilibrio en las finanzas públicas, promueva la inversión, incremente la capacidad de recaudación del Estado, impulse la competitividad y el desarrollo de la infraestructura".