Las designaciones del equipo económico del próximo gobierno federal confrontaron a las bancadas del PAN y PRI en el Congreso de la Unión con la del PRD. Mientras unos dieron la bienvenida a los seis nombramientos, otros los censuraron.

En el Senado, los perredistas Pablo Gómez y Carlos Navarrete las calificaron como "pan con lo mismo", "neoliberales" y "cartuchos quemados", pues argumentaron que encaminarán el sector energético a la privatización, por lo que ninguno merece un voto de confianza.

Navarrete resaltó la rapidez con que reaccionó Calderón a la toma de protesta de Andrés Manuel López Obrador como "presidente legítimo".

Por el contrario, el panista Gustavo Enrique Madero les dio la bienvenida al señalar que los nombramientos transmitirán confianza a inversionistas y mercados.

Los priístas Francisco Labastida y Manlio Fabio Beltrones aclararon que la inclusión de cuadros vinculados con el tricolor en el equipo económico del próximo gobierno no será factor de negociación.

Labastida rechazó que Luis Téllez haya sido un cuadro cercano al PRI y confió en que más gente vinculada con su partido se incorporará al próximo gobierno, pero que son personas que trabajaron en funciones dentro de la administración pública federal, "más que ser gente del partido".

En la Cámara de Diputados, Emilio Gamboa, coordinador de la bancada PRI, consideró que la designación de los primeros colaboradores de Calderón "no es una mala señal"; sostuvo que nombramientos como el de Agustín Carstens, le pueden dar certeza y certidumbre al rumbo del país.

Sin embargo, Raymundo Cárdenas (PRD), señaló que el nombramiento de Carstens "le dio pena" pues lo considera una imposición desde Washington y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

A su vez, la bancada del PAN respaldó los nombramientos de Calderón para su gabinete económico.

Manuel Minjares dijo que los nombramientos son estratégicos.

La dirigencia nacional del PRD sostuvo que con los nombramientos se paga y protege a donantes de la pasada campaña presidencial del PAN. Advirtió que esto agudizará los problemas sociales.

El secretario general perredista, Guadalupe Acosta, enfatizó que "no tendremos ningún contacto con Felipe Calderón y con el gabinete que está proponiendo" y que sólo se tendrá contacto a través de sus representantes en el Congreso. Consideró que los únicos que festejarán los nombramientos serán los sectores económicos más poderosos "que sin duda son los que han salido ganando con esa decisión antipopular".

Para el ex subsecretario de Hacienda, Francisco Suárez Dávila, lo importante no es el gabinete económico, sino la integración de los político y social para el gobierno entrante, pues consideró que si el gabinete político no funciona, "las mejores intenciones en materia de política económica no van a prosperar".

Gerardo Esquivel, ex asesor económico de López Obrador, dijo que lo que se puede esperar con dichos nombramientos es que la política económica seguirá por el mismo camino y que se tratará de impulsar las mismas reformas estructurales que fueron rechazadas en el Congreso. Señaló que sólo dos nombramientos le merecen el beneficio de la duda: Agustín Carstens y Georgina Kessel.