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Adentro, obligan al silencio; afuera, hasta insultos hubo

Francisco Reséndiz| El Universal
Jueves 10 de agosto de 2006

Cuando se abrió el primer paquete del distrito 12, con sede en la colonia Roma, nadie dijo nada cuando se cantó un voto para Carlos Slim y otro para Víctor González Torres. En absoluto silencio, rodeados por 15 soldados del Segundo Batallón de Paracaidistas, se contaron los votos.

A cuentagotas pasó el primer día del recuento presidencial en los diez distritos de la ciudad de México donde el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordenó abrir los paquetes electorales, sacar las boletas y contar cada uno de los votos.

La coalición Por el Bien de Todos echó mano de sus líderes capitalinos para vigilar el conteo "voto por voto": Elías Miguel Moreno Brizuela, Dolores Padierna, Agustín Guerrero, Javier González Garza, Gilberto Ensástiga, Javier Hidalgo, Aleida Alavez, Francisco Chiguil y Maricela Contreras.

Mientras iniciaba el recuento, afuera de cada distrito electoral federal pequeños grupos de simpatizantes de la coalición Por el Bien de Todos gritaban consignas en demanda de transparentar la elección presidencial y en rechazo al candidato panista Felipe Calderón.

"¿Saben quién es el representante del PAN?", preguntó en la puerta de la sede del IFE en el distrito 12 un mensajero con una torta de jamón, refresco de dieta y chocolate en mano. "No lo digas en voz alta porque aquí estos cabrones te linchan", le respondieron en voz baja.

Aunque pequeños, los grupos mantenían el ánimo exacerbado. Al paso de los automovilistas que con el claxon les daban su apoyo respondían con un "voto por voto, casilla por casilla" y a quienes a mentadas de madre les exigían abrir paso respondían en el mismo tono: con insultos.

En el distrito 15, donde surgió el llamado "recurso madre", Moreno Brizuela, quien coordinara la campaña de Marcelo Ebrard. Ahí, lentamente inició el cómputo en medio de una intensa vigilancia militar. Al menos una decena de soldados, con rifle de asalto en mano, pedían silencio.

Agustín Guerrero estaba de pie, con las manos en la cintura, recibiendo algunas indicaciones del magistrado Julio Humberto Hernández para que guardara silencio. De lejos el representante del PAN observaba atento el recuento presidencial de 28 casillas en Tonalá y Zacatecas.

A unas calles, en Naranjo 46, Dolores Padierna, en la junta distrital 8 del IFE, ponía atención al recuento. Se acomodaba en la silla. Se limpiaba el sudor, pedía a sus colaboradores apoyo y luego de un par de horas cedía el lugar a su compañero Arturo Pradel.

Al terminar el conteo de la primera casilla, Agustín Guerrero se apresuró a salir a la calle. Ahí dijo en entrevista que no había certeza sobre ese distrito pues una de las bodegas donde se guardaron los votos sólo tenía un sello con la firma del presidente y secretario de la junta distrital.

Hizo notar que en el acta del 2 de julio se contabilizaron 749 boletas y que en el recuento habían 760. Precisó que el PAN había tenido un voto menos y que la coalición Por el Bien de Todos reservó un voto para que fuera analizado. Destacó que un voto de López Obrador estaba en el grupo de los emitidos por Felipe Calderón.

Alrededor había un grupo de simpatizantes lopezobradoristas que exigían el recuento y acusaban fraude contra su candidato. Minutos después Agustín Guerrero, ex líder del PRD capitalino, regresó al salón donde lo esperaban, entre otros, Tirso Trejo, representante del PASC. "¿Por qué no firman, acaso ya no tienen certeza?", le había reclamado.



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