El candidato presidencial del PAN, Felipe Calderón, sostuvo ayer un encuentro privado de más de dos horas con ex líderes guerrilleros centroamericanos -actualmente asesores de gobiernos extranjeros-, en una casa en las Lomas de Chapultepec.

La reunión del panista tuvo lugar entre las 16 y 18 horas en la casa ubicada en el número 920 de Montes Himalayas, en Lomas de Chapultepec, y estaban convocados Joaquín Villalobos, Ana Guadalupe Martínez, Facundo Guardado, Eduardo Sancho y Salvador Samayoa, ex integrantes del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional de El Salvador; además de Joaquín Cuadra Chamorro, ex miembro del Frente Sandinista de Liberación Nacional. También invitó a Rodolfo Parker, presidente del Partido Demócrata Cristiano de El Salvador.

El encuentro se da en el marco de las polémicas que se han suscitado a lo largo de las campañas presidenciales en México por el apoyo que recibió Calderón del ex jefe de Gobierno de España José María Aznar, y por las críticas de panistas -lanzadas incluso en spots televisivos- por la supuesta vinculación del Andrés Manuel López Obrador con el presidente venezolano Hugo Chávez.

De acuerdo con una comunicación interna del PAN previa al encuentro -a la cual tuvo acceso EL UNIVERSAL- se explica el perfil de cada uno de los invitados, destacando su militancia dentro de las guerrillas centroamericanas, el FMLN (Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional) y FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional).

"Me permito responder a tu amable petición de ofrecerte ´una breve explicación de cada uno de los personajes que estarán en el encuentro´ del 5 de abril próximo, teniendo en cuenta que el único que no asistirá será Joaquín Villalobos. Es importante mencionar que este mismo resumen, junto con una carta ´introductoria´, lo recibió en su momento, Josefina Vázquez Mota y Daniel Hdz. (sic)", señala el documento dirigido a Arturo Sarukhán, coordinador de Asuntos Internacionales de la campaña de Calderón, suscrito por Verónica de la Concha Salcedo, de la fundación Palehui Paisano, AC.

A su salida del encuentro, se trató de entrevistar a Calderón afuera de la casa -cuyo propietario se identificó como Mario Buenrostro-. Sin embargo, sorprendido por la presencia de periodistas, el aspirante presidencial se precipitó hacia su camioneta suburban placas ZYP-63, mientras los cuatro miembros de su custodia abordaban de prisa también su vehículo.

-¿Me puede platicar de la reunión? -se le preguntó a media calle.

-Estuvo muy buena -respondió el candidato.

-¿Ahora está haciendo nuevas amistades?

-No voy a hacer comentarios ahora.

-¿Por qué no?

-Porque se trata sólo de amistades.

-¿Amistades del Frente Sandinista y del Frente Farabundo Martí?

-Sí, así es.

Más tarde, se buscó a Arturo Sarukhán para que explicara el encuentro. Éste confirmó que en la reunión a puerta cerrada estuvieron Ana Guadalupe Martínez, a quien identificó sólo como "la dirigente del Partido Demócrata Cristiano del El Salvador"; a Guardado, "ex candidato presidencial salvadoreño", y a Sancho, "poeta, escritor y académico salvadoreño". Sobre Cuadra, dice que ahora es "un empresario nicaragüense", mientras que de Samoya señala que es "un periodista, analista político y asesor del presidente salvadoreño Elías Antonio Saca". Sarukhán evitó destacar el pasado guerrillero de los asistentes.

Los extranjeros llegaron alrededor de las 14:00 horas la casa en Las Lomas, directo del aeropuerto capitalino, en una camioneta suburban sin placas, supuestamente rentada a la empresa Thrifty, según testimonios recabados con el personal de servicio. Los salvadoreños y nicaragüenses esperaron ahí a Calderón, quien apareció alrededor de las 16:00 horas en compañía con uno de los organizadores del encuentro, Pablo Ruiz Limón, presidente de la Fundación Palehui Paisano, AC. Además, de su cuerpo de seguridad, el candidato iba acompañado con miembros de su equipo de campaña, quienes llegaron en dos vehículos más, un Chevy placas 928 TYM y otra camioneta Honda, placas 379 UAG, todas ellas con propaganda de campaña.

Sarukhán señaló que el encuentro entre el candidato presidencial panista y los ex líderes guerrilleros fue "para intercambiar puntos de vista en materia de seguridad fronteriza, migración, proyectos económicos comunes y transiciones democráticas en la región". Según Sarukhán, Calderón expresó ante los salvadoreños y nicaragüenses "su preocupación por los flujos migratorios y la delincuencia organizada que afecta las fronteras" de Nicaragua y El Salvador.

"Intercambiaron puntos de vista de lo importante que será avanzar en una negociación migratoria integral con Estados Unidos, tema que nos afecta de manera común a México y Centroamérica", dijo el ex cónsul en Nueva York.

Sarukhán, ex coordinador de asesores en la Secretaría de Relaciones Exteriores durante la gestión de Jorge G. Castañeda, explicó que en el encuentro no se abordó el tema EZLN, pero sí el tema de la seguridad fronteriza, especialmente lo relacionado con el tráfico de estupefacientes, de humanos y la presencia de grupos delincuenciales como la Mara Salvatrucha.

Dijo que, de parte de Calderón y de los líderes centroamericanos, se conversó sobre la posibilidad de impulsar proyectos comunes en materia económica o de generación de energía.

"Se discutió el futuro de algunas iniciativas como el Plan Puebla-Panamá y cómo potenciar acuerdos importantes en materia de producción eléctrica, de conexión carretera, de cómo darle mayor densidad política social y económica a esta relación con Centroamérica", dijo Sarukhán.

Por la noche, y sólo después de que EL UNIVERSAL solicitó formalmente información sobre la cita en Las Lomas, el comité de campaña de Calderón emitió un boletín donde calificó el encuentro como una reunión del panista "con destacados actores de la sociedad civil de El Salvador y de Nicaragua, quienes además en el pasado participaron en algunos de los movimientos revolucionarios de mayor relevancia en Centroamérica".

El boletín agregó que la cita con ex guerrilleros en Las Lomas se enmarca en las "conversaciones y encuentros que el candidato ha venido efectuando con interlocutores internacionales de distintos signos ideológicos pertenecientes a países y regiones de relevancia para México, para su inserción en el sistema internacional y para la política exterior que Felipe Calderón presentará a consideración del electorado mexicano".

También señala que la reunión "reviste importancia por el conocimiento que estas personalidades hicieron del papel central que México ha jugado en Centroamérica y por el hecho de que todos ellos están jugando un papel central en la lucha por la profundización de la democracia, la pluralidad, la apertura y la tolerancia en esa región latinoamericana".

Sin embargo, en la casa de Montes Himalaya se solicitó en numerosas ocasiones conversar con los ex dirigentes guerrilleros, pero se negó acceso a ellos. Ninguno tampoco dio la cara. Incluso al final salieron a hurtadillas alrededor de las 21 horas, en la camioneta que los transportó desde el aeropuerto a la cita con Calderón.