TORREÓN, Coah.- Andrés Manuel López Obrador, candidato a la Presidencia de la República de la coalición Por el Bien de Todos, afirmó que el priísmo es una enfermedad que se quita con el tiempo.

Por la tarde, López Obrador encabezó un mitin en la capital Saltillo. Jesús González Schmal, diputado de Convergencia que preside la comisión que investiga a los hijos de Marta Sahagún, comentó: "Cuando me abrazó (López Obrador) me dijo: ´Tú tienes una misión muy importante que cumplir; si no se hace justicia ahora, la hacemos entrando yo´. Así me lo planteó, así que va a haber justicia para México".

El legislador de Convergencia añadió: "No vamos a hacer los mexicanos la burla de nadie: que el que la debe la pague".

En la mañana en Torreón, al defender la creciente incorporación de priístas a su causa, el candidato perredista expuso en entrevista radiofónica: "Ser priísta no es ningún problema. Yo respeto mucho a los priístas y panistas de abajo; la diferencia es con los de arriba. Además, lo del priísmo es una enfermedad que se quita con el tiempo".

-¿A usted se le quitó?

-Sí, se va quitando. Lo importante es que se tome la decisión de abandonar ese partido caduco.

-¿Y la ideología?

-Si se mantienen los ideales, no hay ningún problema. Yo estuve como 11 meses en el PRI...

-¿Y compuso el himno?

-Eso es parte de la propaganda en mi contra. Estuve 11 meses nada más y renuncié en 1983, también a la Oficialía Mayor (del gobierno del entonces priísta y hoy asesor suyo, Enrique González Pedrero), porque afectaba mis convicciones y principios. No tengo de qué avergonzarme, no es ningún problema el origen.

A lo largo de los últimos meses, durante la precampaña que hizo del 18 de agosto de 2005 al 11 de diciembre del mismo año, y luego en la campaña formal que arrancó el 19 de enero, se ha documentado la suma de priístas, ya sea en redes ciudadanas o como candidatos al Congreso de la Unión.

El abanderado de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia justificó sus ausencias a foros convocados por grupos empresariales, sin mencionar los organizados por Bancomer, Banamex, Nacional Financiera y de la Bolsa de Valores.

"A veces no voy a ciertos actos que me están invitando porque son como trampas. Están empanizados, invitan buscando trampearme para que salga en los medios que no gusto y que no tengo propuestas", explicó.

Por la mañana desayunó con representantes de la Confederación Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice), cuyo presidente, Arturo Farela, describió a López Obrador como un hombre que "no finge" en su preocupación por los pobres, además de que se revela como una persona liberal.

La semana pasada el candidato se reunió con el arzobispo de San Luis Potosí, Luis Morales. El año pasado lo hizo con otros jerarcas católicos.

En Saltillo, pese a las críticas por incorporar como candidato al Senado a Raúl Cifuentes, ex secretario de Gobierno del ex gobernador priísta Enrique Martínez, lo abrazó y fue uno de los oradores. Incluso el hombre se quejó porque le fueron retenidos en el camino 40 camiones para el traslado de gente al mitin del candidato presidencial, pero se rehusó a señalar al responsable.

Andrés Manuel López Obrador presentó y firmó, como hace en cada entidad federativa que visita, los 31 compromisos con Coahuila, entre ellos becas y pensiones para estudiantes, madres solteras y ancianos. Además, reiteró su defensa de una política exterior basada en la defensa de la soberanía y que el país no merece un presidente "pelele" de ningún gobierno extranjero.

Insistió en sus críticas al presidente Fox por su fracaso en la política económica.