WASHINGTON.- El gobierno mexicano compró en Israel dos aviones que estaban en un museo y uno más que se encontraba en un deshuesadero, para destinarlos al combate contra el narcotráfico y a la vigilancia del espacio costero en prevención de ataques terroristas.

La operación de adquisición sumó 18 millones de dólares, sin incluir el costo de modernización de las aeronaves, conocidas como Grumman E-2C, de acuerdo con documentos a los que tuvo acceso EL UNIVERSAL.

Tras ser restaurados para volar en Israel, y reequipados electrónicamente en EU, las aeronaves entrarán en operación este año, según anunció la Armada de México.

Dos de los aparatos de vigilancia electrónica, con los números de serie 160771 (A041) y 160772 (A042), estaban en el Museo de Hatzerim, y el otro -el 160773 (A046)- en el "cementerio" de aviones de la Fuerza Aérea Israelí en un desierto de ese país.

Los tres aviones, fabricados originalmente por la firma estadounidense Grumman, entraron en acción a fines de los 70 y en 1994 fueron desactivados por los israelíes, que obtuvieron equipo más moderno de Estados Unidos, incluso la "siguiente generación" de equipo electrónico, con la denominación E-2D.

Los aparatos fueron sometidos primero a un remozamiento en una planta aeronáutica de Israel, de donde fueron enviados a México con escala en un aeropuerto británico. Luego de despegar tras la escala, una de las aeronaves debió retornar a un aeropuerto escocés cuando, al iniciar su vuelo trasatlántico, le detectaron problemas en un motor.

El fotógrafo Mark McEwan captó con su cámara cuando el avión A046, ahora con el número de serie AMP102, aterrizó en el aeropuerto de Prestwick (Glasgow, Escocia) el 13 de noviembre de 2004, durante su travesía para ser entregado a la Armada de México, y también lo retrató cuando regresó minutos después, debido a una falla menor para volver a despegar horas más tarde.

Los tres aviones fueron reequipados también con instrumentos electrónicos de nueva generación, ante la obsolescencia de su equipo original.

El trabajo de reequipamiento fue hecho por el Grupo de Aviación Bedek, una filial de las Industrias Aeronáuticas Israelíes (IAI), especializada, justamente, en el mantenimiento y reforma de los aviones de la Fuerza Aérea Israelí.

La operación básica de adquisición del equipo costó unos 18 millones de dólares y se ignora el costo del remozamiento y la reactualización de las aeronaves, hecha en parte también en Estados Unidos, aunque de acuerdo con al menos una fuente familiarizada con la operación, la compra fue financiada con presupuesto destinado originalmente a la construcción de barcos de vigilancia.

De acuerdo con documentos israelíes, los aparatos fueron transferidos en el marco del programa de transferencias militares de ese país y serán usados para operaciones antinarcóticos, aunque según el vicealmirante Alberto Castro Rosas, que en 2004 era jefe del Estado Mayor de la Armada, citado por la revista de la industria de aviación israelí, México enfrenta el desafío de asegurar sus costas, que son un blanco para terroristas.

El avión fue construido primariamente para operaciones navales de la Armada estadounidense y tiene como característica una gran antena circular de radar sobre su dorso y cuatro "aletas", lo que le da el aspecto de una cometa -que fue el nombre que le dieron, en hebreo, sus propietarios anteriores.

El costo inicial de cada aparato, cuando estaba nuevo, era de más de 51 millones de dólares.

El avión es utilizado por media docena de países, incluidos Estados Unidos, Australia, Egipto, Israel, la India y ahora México.

Hasta el año pasado 39 personas, miembros de la Armada de México, habían sido entrenados para el manejo y mantenimiento de los aparatos. La tripulación de vuelo de cada avión se compone por cinco personas: piloto, copiloto, encargado del centro de información de combate, encargado de control del avión y el oficial a cargo del radar.