CARACAS. En un esfuerzo por atemperar la crisis y mejorar el estado de las relaciones con México, el presidente Hugo Chávez Frías aseguró ayer, en un multitudinario acto en su apoyo y por la hermanad con México, que le duele "este impasse con el gobierno de Vicente Fox", y no dejó de culpar del conflicto a Mr. Danger (como se refiere a George Bush).

"El gran culpable es Mister Danger y su estrategia divisionista? Estoy seguro de que este conflicto fue facturado en Washington y vendrán más, porque allá en el imperio deben estar festejando por esto que pasó con México", dijo Chávez, al cierre de una jornada que incluyó una marcha no tan multitudinaria como las acostumbradas y un presidente acompañado de mariachis, cantando rancheras.

"Lo que vine a decir de México lo dije ya cantando", arrancó Chávez su discurso de tres horas y media en el que admitió que "hubiese deseado que esto jamás hubiese ocurrido, por eso me duele el impasse diplomático, pero no podríamos responder de otra manera".

El tiempo lo cura todo

Chávez narró pormenorizadamente todos los encuentros con el presidente Vicente Fox en Mar del Plata, es mejor ahora "dejar enfriar" el conflicto, y opinó que la solución ahora "está en manos del gobierno mexicano", aunque se mostró partidario de "dejar que el tiempo pase, porque el tiempo todo lo cura".

"Yo respeto la majestad del Presidente mexicano", puntualizó, y recordó que Fox "me llamó por lo menos en dos oportunidades para tratar de mediar con Estados Unidos. Una vez me dijo, Chávez, cómo puedo colaborar entre ustedes, voy para Washington, quieres que le diga algo? A ése (Bush), pero ¡cómo yo tengo la lengua que tengo?!", admitiendo su carácter impulsivo y su verba filosa.

Tras decir que tiene "buenas relaciones con todos los gobiernos y presidentes del mundo salvo con uno", el jefe de Estado venezolano aseguró que Fox comenzó "temprano" en la Cumbre de Mar del Plata, con la discusión. "Recibimos dardos del máximo representante del gobierno mexicano".

"Incluso allá en Mar del Plata, después de lo que había dicho, en la sesión inaugural, me acerqué a saludarlo y eso que él estaba sentado al lado del diablo", acotó.

Tras resaltar el papel del ex embajador en México, Vladimir Villegas, "por su brillante trabajo allí", atacó a dirigentes "de la extrema derecha porque bombardearon con mentiras el trabajo de Vladimir", en referencia a las declaraciones del líder blanquiazul, Manuel Espino, cuestionando a Chávez y a Villegas.

Reitera acusaciones

Reiteró los calificativos contra Bush del pasado jueves, al reiterar que "es un asesino, un genocida y un loco, el mayor peligro para la humanidad", aunque admitió que "las relaciones con Washington se normalizarán, como lo fue en la época de Mr. (Bill) Clinton, cuando las cosas cambien".

Buena parte de su discurso estuvo destinado a su permanente condena al ALCA, y consideró que lo ocurrido en Mar del Plata, en la acalorada discusión de los presidentes, "fue una representación, un teatro pequeño de la larga batalla que comienza", al tiempo que recordó que en 2006, "donde hay elecciones en muchos países de nuestra América, seremos mucho más que cinco", aunque aclaró que "no quiero hablar, porque después dicen que me meto en asuntos de terceros países".

"Estamos llamados a convertir este siglo en la gran batalla de los pueblos de América y mandar al ALCA, al carajo?", destacó.

La primera impresión del discurso de Chávez, en medios diplomáticos acreditados en Caracas, fue de "positivo y reconciliador", mientras que una alta fuente consultada por EL UNIVERSAL sostuvo que "esto es lo máximo que se puede esperar de parte del presidente, para tratar de normalizar nuestra relación".

El cierre de la larga jornada, donde México fue el eje en el palco, en los despachos oficiales y en la calles, concluyó con uno más de los 11 "viva" México, que Chávez lanzó en toda la tarde.