Un sello postal con la figura de la caricatura de Memín Pinguín ocasionó una inusitada polémica entre funcionarios de los gobiernos de México y Estados Unidos.

La Casa Blanca criticó como impropias y sin lugar en el mundo actual las estampillas postales emitidas por el servicio de correos mexicano, que fueron vistas en Washington como una nueva instancia racista.

"Nuestra posición es que no hay lugar para este tipo de cosas; es totalmente impropio y lo hemos hecho claro", dijo Stephen Hadley, consejero de Seguridad Nacional estadounidense.

Activistas afroestadounidenses como el predicador Jesse Jackson; el presidente de la Liga Urbana, Marc Morial, y Dennis Courtland, presidente interino de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color, calificaron las exageradas características del personaje como un "estereotipo negativo".

El canciller mexicano Luis Ernesto Derbez negó que la emisión de 750 mil estampillas con la figura de Memín Pinguín tenga un carácter racista, y calificó de ignorantes de la cultura mexicana a quienes expresan esta opinión.

"Es una falta total de conocimiento de nuestra cultura y es una falta de respeto, y las declaraciones de algunas personas no corresponden a la realidad", argumentó.

El vocero de la Presidencia, Rubén Aguilar, comentó que no hay ninguna razón para que por este hecho se molesten en Estados Unidos; la estampilla no se va a retirar de la circulación.

La historieta Memín Pinguín nació en la década de 1940, con éxito no sólo en México sino en otros países de habla hispana. El personaje infantil es objeto de burla de sus compañeros en la tira cómica.

El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, comentó este jueves que aun cuando la emisión de sellos es un asunto mexicano, "los estereotipos raciales son ofensivos, no importa cuál sea su origen, y el gobierno de México debe tenerlo en cuenta".

Aguilar sostuvo que no hay ninguna ofensa con esta estampilla a los afroestadounidenses, porque es parte de la cultura mexicana.

Inclusive recordó que en 1985 el Ministerio de Educación de Filipinas declaró la historieta como lectura obligatoria.

Las oficinas de correos en el DF han tenido un incremento de la afluencia para adquirir los timbres, cuya serie con 50 de éstos cuesta 326 pesos.

Desde la puesta en venta este jueves han llegado adquirirlos filatelistas, personas cuya atención ha sido llamada por la controversia generada y gente sin ningún otro interés más que pegarlos en sobres para el envío de correo.

Especialistas mexicanos negaron que Memín tenga un significado racista.

"Este personaje se convierte en un estereotipo racial que para los mexicanos nunca ha significado un tratamiento racista", afirmó Jesús Elizondo, especialista en semiótica de la Universidad Iberoamericana.

Ante la cercanía del "comentario desafortunado" del presidente Vicente Fox de que en Estados Unidos los mexicanos hacen los trabajos que ni los negros quieren hacer, esto propició dos interpretaciones: la política y la cultural, consideró Vicente Castellanos, coordinador del Centro de Estudios de Ciencias de la Comunicación de la UNAM.

Ambos investigadores coincidieron en que en México la figura de Memín tiene un sentido irónico y en Estados Unidos adquiere un toque político.

En el terreno político algunos líderes estadounidenses no están de acuerdo con esta visión y amenazaron con una nueva tormenta diplomática.

El predicador Jesse Jackson se dijo dispuesto a organizar manifestaciones de protesta frente a consulados mexicanos si el presidente Fox no detiene la circulación de las estampillas, al tiempo que el reverendo Al Sharpton calificaba la emisión postal como algo "que se pasa de la raya".

El Consejo Nacional de La Raza se sumó a las protestas y su presidenta Janet Munguía señaló que se sentía ofendida como todos los latinoestadounidenses.

(Con información de Arturo Zárate, Nurit Martínez y Julián Sánchez)