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Chilpancingo, Gro.— Normalistas encapuchados irrumpieron en una reunión entre el director de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, docentes de dicha institución y el secretario de Educación de Guerrero, Salvador Martínez Della Rocca.

En las instalaciones de las Oficinas Centrales de Educación Pública de Chilpancingo, Della Rocca ofreció al director de la normal, José Luis Hernández Rivera, hacer cambios a los planes de estudios.

De acuerdo con algunos de los maestros consultados que se encontraban en el lugar, fueron citados con mentiras, ya que nunca se les informó que la reunión sería con el titular de educación estatal.

De este modo, Della Rocca propuso transformar los estudios en Ayotzinapa para que tanto los profesores como los alumnos tengan estudios de posgrado.

“La Secretaría de Educación ofrece un área de posgrado para que los alumnos y maestros obtengan una maestría o doctorado; también ofrecen que los que tomen la especialidad tengan una beca”, explicó el director de la institución educativa.

Respecto a reanudar las clases, Hernández Rivera indicó que no hay fecha, pero adelantó que los alumnos podrían salvar el semestre.

“Hay una propuesta de estudiar en línea, que los profesores entreguen los temas y que los estudien”, detalló.

Antes, el secretario de Educación en Guerrero enfatizó que lo sucedido a los 43 alumnos de la normal de Ayotzinapa fue una barbarie y exigió justicia.

“En lo que pueda ayudar tengan la seguridad que lo voy a hacer. Es justa la lucha que hacen”, remarcó.

El evento fue interrumpido por integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) quienes lanzaron consignas al funcionario.

Sin mayores contratiempos, los miembros de la CETEG se retiraron, pero minutos después llegó un grupo de normalistas para desalojar a todo el personal administrativo de las Oficinas Centrales de Educación Pública de Chilpancingo.

Luego del desalojo y obstruir la vialidad, un grupo antimotines de la policía estatal llegó al lugar para retirar a los manifestantes. Una comisión de estudiantes pidió que los uniformados se retirarán, porque su presencia representaba un acto de represión.

“Nos estamos manifestando de manera pacífica, esto es una represión”, dijo uno de los embozados a la policía.

La negociación tuvo éxito después de que el comandante de la policía indicara que procederían a retirarse si liberaban la vialidad y que si se querían manifestar, que no obstruyeran el paso a los vehículos que por ahí circulaban.

Minutos después, tras el llamado, ambas partes aceptaron y los policías se retiraron del lugar.

Una vez que los uniformados abandonaron el sitio, los jóvenes y encapuchados hicieron lo mismo.