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La Pimienta, Chis.—Como un hecho “doloroso y triste”, calificó el obispo Felipe Arizmedi Esquivel al deceso de dos menores y la hospitalización de otros 29, seis de ellos que están graves, de la comunidad La Pimienta, como consecuencia de haber sido vacunados por personal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Consideró que “en el fondo”, el problema que persiste en La Pimienta, una de las comunidades más alejadas y más pobres de Simojovel, es que persiste un problema de desnutrición en la región.

“Por el abandono y marginación en que viven esos niños en esa población y en tantas otras de nuestro querido Chiapas”, declaró al término de su homilía dominical.

Además con la colaboración de la Secretaría de Salud, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia y el IMSS, investigan para conocer que es lo que ocurrió en ese caso.

“Ya se está investigando y las autoridades realizan las acciones para contrarrestar este problema”, explicó el obispo, pero dijo que en La Pimienta, “se han conjugado” varias cosas y la desnutrición de los infantes puede ser una causa del deceso, al no haber superado el cuadro de las “reacciones alérgicas fuertes” de las vacunas contra la tuberculosis, rotavirus y hepatitis B.

El prelado chiapaneco realizó un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno, “para que sigan investigando con seriedad y profesionalismo este incidente, para que se programen más aciones efectivas para el combate a la miseria en La Pimienta y en tantas otras comunidades en iguales circunstancias”.