Elvira Alejandra es una mujer de 40 años que aproximadamente en 15 días dará a luz. Es médico intensivista en el Hospital de Balbuena y labora como internista en la atención a pacientes quemados en el Instituto Nacional de Rehabilitación.

Desde los primeros meses de su embarazo fue considerada una paciente de alto riesgo debido a su edad; es atendida en el Hospital Adolfo López Mateos del ISSSTE.

Con más de una década de casada, ella y su esposo decidieron aplazar la maternidad. “Ambos somos profesionistas, en mi caso en el mejor momento de mi trayectoria profesional, analizábamos la situación actual de México, realmente pensamos que no queríamos exponerlo a esto que estamos viviendo. No estábamos seguros de que pudiéramos ofrecer lo mejor a nuestro hijo y de que su futuro pudiera ser exactamente lo que tú quisieras para alguien que amas; es por esta razón por la que postergamos tantos años la decisión”, detalla.

Por la mañana Elvira es internista y por las tardes intensivista. “Realmente mi esposo y yo no habíamos considerado tener hijos; sin embargo, el año pasado, de manera realmente fortuita tuve un embarazo que desafortunadamente perdimos en la semana octava. Esto nos cambió la vida, porque después de todo un remolino de sentimientos para ambos, tuve un aborto”.

En menos de un año Elvira volvió a embarazarse, esta vez con plena conciencia de que realmente deseaba ser madre; aunque comenta: “Ahora he decidido sacrificar un empleo y un poco nuestra economía, pues pienso dedicarle todas las tardes a nuestro bebé; ya iremos organizándonos para su cuidado”.

Elvira pasó por la prueba del tamizaje neonatal del primer trimestre para descartar cualquier patología genética que pudiera tener su bebé. “Esperamos que todo llegue a buen término”.