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Michoacán es un ejemplo de la colusión de autoridades con el narcotráfico y de cómo durante años los criminales no fueron enfrentados lo suficiente, afirmó el ex presidente Felipe Calderón en entrevista con CNN Internacional.

Al preguntarle si considera que la guerra que declaró a los cárteles fue un fracaso, si valió la pena o se arrepiente de ello, el ex mandatario contestó: “Primero que nada déjame aclarar que nunca declaré una guerra contra las drogas”.

Y agregó que él trató de reforzar la ley y de hacer de México un país regulado por las leyes, lo cual es importante para el desarrollo, y segundo proteger a las familias mexicanas que estaban bajo la mira del crimen organizado.

En cuanto a si existe un arrepentimiento en sus tácticas, dijo que se puede tener éxito o fracaso como en todos los casos, pero consideró que la estrategia para proteger a las familias y proveer seguridad a las familias fue correcta.

“E incluso, ahora el nuevo gobierno está intentando, más o menos, las mismas tácticas. Lo que se necesita hacer es, primero, enfrentar a los criminales. Yo enfrenté a los criminales, sí, y el problema con México es que antes de esto los criminales no fueron enfrentados lo suficiente. Alguien les permitió tomar cualquier cosa que quisieran, e incluso tomaron control de localidades, ciudades e incluso algunos estados”.

Añadió que ese fue precisamente el problema, dejar que los criminales tomaran el control de todo, “como en mi propio estado Michoacán, que los criminales tomen el control del cuerpo de policía o del gobernador, ¿cómo te puedes imaginar que tu familia va a estar protegida? Es imposible. De hecho puedes ver en Michoacán que el antiguo gobernador, quien era el secretario general de Gobierno, está en la cárcel, y el actual gobernador renunció hace unos días ¿por qué?, porque su hijo apareció en un video con un criminal”.

Dijo que se tiene que entender que el crimen organizado está tomando control del territorio, no sólo en México sino en Centroamérica, algunos países de Latinoamérica y algunos países en África, por lo menos.

“Tenemos que enfrentar a los criminales, primero, segundo y más importante, tenemos que reforzar el cumplimiento de la ley en las instituciones. Lo que encontré es que la policía estaba completamente erosionada con corrupción en algunos lugares. Así que tenemos que reforzar el cumplimiento de la ley en las instituciones, desde cuerpos de la policía, procuradurías y jueces y, tercero, revelar el tejido social. Esa es la estrategia correcta y la que yo seguí y no me arrepiento de eso”, declaró.

En cuanto al cambio climático, se le preguntó si trata de cambiar el paradigma desde un punto de vista económico y por qué.

Dijo que para la mayoría de los que toman las decisiones, ya sean gobiernos o empresarios, el principal obstáculo es el lado económico. Así como una campaña americana una vez dijo: “Es la economía, estúpido” (“It’s the economy, stupid!”), en referencia al slogan de Bill Clinton en 1992. “Tenemos que arreglar eso demostrando que es posible tener un crecimiento en la economía con investigación”, añadió.

Y ¿cómo convencer a alguien, como el Primer Ministro de Australia, Tony Abbot, que dice debemos hacer lo razonablemente posible para limitar las emisiones y evitar el cambio climático, pero sin darle una paliza a la economía?, se le preguntó.

“Sus principales preocupaciones son que el ser responsables podría dañar el desempeño económico, entiendo su punto, pero con todo respeto, está equivocado en el punto de que, primero, el cambio climático también va a provocar un daño económico increíble, incluso más si no tomamos medidas”.