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El presidente Francois Hollande entregó ayer las insignias de Caballero de la Legión de Honor al doctor Mario Molina, premio Nobel de Química 1995, por su destacada labor en el ámbito de la ciencia.

En una ceremonia en el Club France y como parte de su visita de Estado, el presidente exaltó la obra de Molina por tener valor universal.

“Se trata de uno de los representantes más importante del mundo científico y de un amigo de Francia, a quien se le otorga este reconocimiento por las aportaciones que ha hecho a toda la humanidad”, dijo Hollande frente a Mario Molina y parte de la comunidad francesa radicada en México.

El mandatario aseguró que la labor del mexicano consiguió que la sociedad mundial tomara conciencia del grave problema del cambio climático y de la existencia de la capa de ozono.

“Quiero agradecer al señor presidente el gran honor de recibir este reconocimiento de sus propias manos”, dijo el Nobel, quien en su discurso recordó su estancia en Francia en 1968 como estudiante en la Sorbona de París.

La insignia se concede a hombres y a mujeres, franceses o extranjeros, por méritos extraordinarios dentro del ámbito civil o militar.

El nombramiento se dio a conocer en mayo de 2012, y el gobierno de Francia reconoce con ello a Mario Molina por la incansable labor de investigación dentro del campo de la química atmosférica, su perseverancia para ofrecer una alternativa de sobrevivencia a nuestro mundo, además de su compromiso con la lucha contra el calentamiento global y la destrucción de la capa de ozono.