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El balance del Partido de la Revolución Democrática (PRD) sobre el cierre de los dos primeros años de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto arrojó que la inseguridad, la economía y la corrupción están peor que en 2012, al inicio de este sexenio.

“Es una realidad que la situación del país en materia de inseguridad es más alarmante que en diciembre de 2012”, concluyó el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) perredista ayer al realizar su análisis sobre los dos años del regreso del Partido Revolucionario Institucional a la Presidencia de la República.

El PRD dividió su análisis en cuatro temáticas: seguridad, desarrollo económico, corrupción y represión. Según la dirigencia perredista, en dos años el gobierno ha tratado de ocultar los niveles de violencia en todo el país, “primero como una política de medios a quienes pidieron desaparecer las noticias relacionadas con crímenes y asesinatos y luego insistiendo en que las reformas estructurales serían la salvación de México”.

“Hoy es una realidad que la situación del país en materia de inseguridad es más alarmante que en diciembre de 2012. Hay más muertes, más ejecuciones extrajudiciales, más impunidad, más personas desaparecidas y más infiltración del crimen organizado en nuestras instituciones”, aseguró ayer la dirigencia perredista.

En el tema de desarrollo económico, ese partido político criticó que el futuro del país se haya centrado en las reformas estructurales y el eje rector de la economía, lo que ha quedado en el papel “pues no han pasado a su ejecución ni se han visto sus resultados.

“El país sigue sin crecer al ritmo prometido y la generación de empleo está por debajo de los requeridos. El salario no ha recuperado su nivel adquisitivo y lo único que ha crecido es la desigualdad social y los gasolinazos. Pese a la política social aplicada la pobreza extrema no disminuye”, criticó.

En lo que toca al tema del combate a la corrupción, el perredismo nacional sostuvo que prevalecen actos indebidos y esa “sombra sigue siendo una realidad que lastima y agrede a la sociedad”.

Por último, el PRD incluyó un balance sobre los actos de “represión” por las movilizaciones que se han presentado por grupos de inconformes, sobre todo en la ciudad de México, y se comprometió a impedir el uso de la fuerza.