aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




Crónica. "Economistas han hecho pedazos al país"

Juan Arvizu| El Universal
Domingo 28 de septiembre de 2014
<b>Crnica.</b>

PODER. Fidel Velázquez Sánchez, líder de la CTM; José Francisco Ruiz Massieu, en abril de 1994 director del Infonavit, con el presidente Carlos Salinas de Gortari, durante la asamblea anual del organismo encargado de la vivienda popular . (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )



juan.arvizu@eluniversal.com.mx  

A la vista de su asesino, José Francisco Ruiz Massieu camina en torno al monumento a la Revolución, con el donaire de lo que es: un hombre de poder. Por falta de condiciones el atentado aborta, pero su cita con la muerte tiene como plazo el día siguiente. Las horas que faltan, el operador político del salinismo las ocupa en proseguir el tejido de su gran aspiración de ser presidente de la República.

Entre las 17:00 y las 19:00 horas dedica el tiempo a charlar caminando, uno a uno, con los 32 coordinadores estatales de los diputados federales electos del PRI, que liderará en la 56 legislatura. Son “acuerdos peripatéticos” (ambulantes o itinerantes), que puso de moda Luis Echeverría en Los Pinos, para asegurarse de que lo dicho con su interlocutor quedará en secreto.

José Francisco Ruiz Massieu tiene 48 años de edad, ya fue gobernador de Guerrero, director del Infonavit y ese 28 de septiembre de 1994, es secretario general del PRI y a partir del 1 de noviembre sería líder de la mayoría priísta en San Lázaro, que es absoluta con 300 de 500 legisladores, la última de dominio de una sola fuerza política.

“Es un hombre que sabía para qué es el poder, para que era el talento político y para qué eran las relaciones”, dice el sinaloense Heriberto Galindo Quiñones, actual diputado federal.

“Estaba preparado como estadista, era un hombre moderno, abierto a los avances del Derecho; tenía muchas relaciones con abogados famosos de todo el mundo” y con una anécdota, Heriberto Galindo Quiñones, pinta a Ruiz Massieu: cuando Luis Donaldo Colosio es candidato a la Presidencia de la República, Manuel Camacho no se había sumado a la campaña del sonorense. Galindo Quiñones relata: “Y propuse que los colosistas hiciéramos el trabajo de ir a atraer a varios partidarios de Camacho que fueran valiosos para invitarlos a la causa de Colosio (Murrieta)”.

Fue una operación dirigida personalmente por Luis Donaldo Colosio. Había que ir a la búsqueda de Ruiz Massieu, Enrique González Pedrero, de Manuel Aguilera Gómez, y de algunos otros camachistas connotados que pudieran acercarse al proyecto de Colosio Murrieta, quien asignó a Galindo Quiñones la tarea de hablar con el guerrerense y ex cuñado, pero consejero en esa época, de Carlos Salinas de Gortari.

Ruiz Massieu, es en ese momento director de Infonavit “me da cita en la calle de Barranca del Muerto. Le doy el saludo de Luis Donaldo y mi argumentación es que Colosio ya es candidato: ‘Súmate por el bien del país; la unidad del partido debe estar por encima de todo’, digo”. Le pido que haga una declaración, que “Camacho (Solís) es mi hermano, pero Colosio es mi candidato”.

Ruiz Massieu, el político inteligente, astuto, el operador político en su jugo, le dice a Galindo Quiñones:

—Lo voy a hacer, con mucho gusto, pero yo cobro.

—¿Qué cobras?, reaccionó Galindo Quiñones, emisario del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio Murrieta.

—Quiero ser secretario general del CEN del PRI y quiero ser diputado federal, líder de los legisladores federales.

—Tomo nota —, le digo. Yo no tengo capacidad de decisión, pero tengo la capacidad de transmisión. Voy a transmitirle a Luis Donaldo tu deseo. Colosio Murrieta me dijo: “Luego te respondo, déjame ver”.

Unas horas después, por la noche, Luis Donaldo me dice: “Busca a Ruiz Massieu y dile que su deseo será concedido”. O sea, el sonorense “lo consultó con el jefe político que era el Presidente de la República, con Carlos Salinas de Gortari. El candidato Ernesto Zedillo Ponce de León cumplió el compromiso que tenía Luis Donaldo con (José Francisco) Ruiz Massieu”.

Ese deseo de poder exitoso alimenta más la ambición política del guerrerense, quien en esa última tarde de su vida, da vueltas en “acuerdos peripatéticos” con la que será su estructura de mando en San Lázaro. Al dar el rondín prometido con cada diputado federal, toca turno a Heriberto Galindo.

“No aspires a presidir ninguna comisión. Ya hablé con tu gobernador (Renato) Vega Alvarado, ya me puse de acuerdo con él. Tú y yo nos vamos a la Secretaría de Gobernación el 1º de diciembre, tú vas a ser uno de mis subsecretarios”. Heriberto Galindo, a 20 años de ese diálogo, dice: “Me quedé callado, nunca lo he comentado, guardé el secreto, me quedé dudando, con cierto grado de credibilidad y cierto grado de duda”.

En ese acuerdo andante, Ruiz Massieu abre sus cartas en el nuevo juego de poder, desde Gobernación: “Voy a devolverle el gobierno, la Presidencia de la República, a los abogados, porque los economistas lo han hecho pedazos. ¡Voy a devolverle el gobierno a los abogados, yo soy abogado!”.

Al día siguiente será asesinado y acabará el sueño de un político que sabía para qué es el poder.



comentarios
0