mariana.leon@eluniversal.com.mx  

Los altos niveles de violencia impactan en el crecimiento económico de México y en su desarrollo, pero tienen un mayor efecto nocivo en las comunidades marginadas, donde los jóvenes son reclutados con mayor facilidad por el crimen organizado, advierte Helen Clark, administradora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

En entrevista con EL UNIVERSAL, dice que para que el país pueda avanzar es necesario que tenga policías confiables y un sistema de justicia efectivo.

“Debemos tener un sistema de justicia efectivo y una policía confiable, factores que ayudan a lidiar con los problemas de marginación”, expresa.

“La violencia impacta en los niveles de pobreza y afecta el crecimiento de los países, vemos que en las comunidades marginadas hay más violencia, y es también en éstas donde más jóvenes participan o son reclutados por el crimen organizado”, explica.

Sobre los apoyos económicos a personas que viven en pobreza, como las transferencias del programa Oportunidades, dice que en todos los países se necesita de la “solidaridad social” para grupos vulnerables: como madres solteras o personas con discapacidad, pero que —a la par— se debe fortalecer el sistema económico.

La primera mujer en dirigir el programa de la ONU para el desarrollo manifiesta que en México una de las claves para salir de la pobreza son empleos dignos que muevan a las personas de la informalidad a la formalidad.

Para ella, el problema de la disparidad entre ricos y pobres es un asunto global, que se convierte en un reto para el crecimiento.

¿Considera que se ha reducido la pobreza en México?

Realmente se ha trabajado para reducir la pobreza, pero es necesario reconocer un legado histórico del problema. Yo creo que México ha hecho grandes esfuerzos hasta ahora.

¿Se puede pensar que la brecha entre ricos y pobres sigue aumentando en el país?

Es un problema global, por supuesto en México también existe, hasta en Estados Unidos. Es un tema que tiene que ser abordado y esta no es una agenda no sólo para los países en desarrollo, pero es un problema que tenemos que enfrentar, porque existen retos para el desarrollo sustentable que nos afectan a todos.

¿Cuáles pueden ser las acciones clave para reducir el número de pobres en el país?

Bueno, cada país es diferente y único, pero en el rango de las acciones que se deben llevar a cabo es elemental la protección social y la creación de trabajos con salarios justos, mover a las personas desde la informalidad a la formalidad con la seguridad social que se necesita. Por supuesto, la economía debe de crecer para crear el espacio para eso, pero la inclusión es necesaria, sobre todo en países de renta media como México.

¿Considera que el país debe buscar la forma de depender cada vez menos de las transferencias económicas, como fue Progresa y ahora Oportunidades?

La protección social siempre debe ser parte del sistema, porque hay personas que necesitan la solidaridad de la sociedad, por ejemplo, las viudas o las madres solteras, sobre todo si tienen hijos, también las personas con discapacidad o las personas que están desempleadas. Siempre se van a necesitar, pero creo que los países crecen mucho cuando reconocen que la protección social es parte de la sociedad. Es indispensable un sistema financiero sólido, pero también se requiere de la solidaridad.

¿Cómo impacta la violencia en las cifras de pobreza?

Este es un problema de la región y de México, de Latinoamérica. Y por supuesto, grandes niveles de violencia impactan en el desarrollo, por eso en el PNUD se buscan con expertos soluciones lógicas. Debemos tener un sistema de justicia efectivo y una policía confiable, factores que ayudan a lidiar con los problemas de marginación.