natalia.gomez@eluniversal.com.mx

El nivel de diálogo hoy es tal que está a salvo de una ruptura de relaciones como la vivida en 2004 cuando México y Cuba retiraron a sus embajadores en medio de una crisis diplomática. Si hubiera algún tema que genere diferencias, las conversaciones son de un nivel que permitirían salvar el episodio sin afectar el estrecho lazo.

“Lo ocurrido fue un accidente que no se repetirá. Fue resultado de la miopía de algunos actores y confiamos en que eso no se repetirá. Pero hoy tenemos el nivel de cercanía y la madurez política de conversar y solventar temas de diferencias sin que la relación tan estrecha se afecte”, asegura durante una entrevista el embajador de Cuba en México, Dagoberto Rodríguez Barrera.

El diplomático conversó con EL UNIVERSAL acerca de los pendientes en la relación bilateral.

¿Qué falta para llevar las relaciones al punto máximo de cooperación como hace algunas décadas?

Pues hablo de los deseos de un diplomático. Nos gustaría ver un comercio multiplicado, pues actualmente ronda los 500 millones de dólares al año. La balanza comercial favorece de manera significativa a México. Yo esperaría que Cuba tuviera mayor posibilidad de exportación en área de tecnología, servicios. Queremos también mayor inversión mexicana en Cuba en el campo de la industria alimentaria, de la química energética, biotecnológica.

Nos gustaría contribuir también en el ámbito de la educación en el esfuerzo federal que hace hoy México para combatir el analfabetismo con nuestro método Yo sí puedo, con el que, por medio de acuerdos con gobiernos locales, ya se han alfabetizado desde hace 20 años unos 500 mil mexicanos. Estamos también preparados con médicos para ampliar la cooperación.

¿Hasta cuánto más se puede ampliar el intercambio comercial?

Yo creo que las posibilidades van a estar dadas por la aspiración tanto de México como de Cuba de crecer a niveles superiores de lo que hoy se experimenta. Todos estamos inmersos en una situación económica difícil, estrechamente vinculada a la situación internacional. México este año ha tenido que reducir las expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), Cuba también ha hecho lo mismo. Esperamos rebasar esta situación en el menor tiempo posible. México impulsa reformas y Cuba actualiza su modelo económico que incluye transformaciones en casi todos los sectores de la vida económica y social, con el objetivo de tener un crecimiento de 5% a 7%. Eso es justo lo que potenciará el intercambio comercial.

¿Qué posibilidades de cooperación existen en el ámbito energético, con las recientes reformas?

En Cuba se ha invertido de manera significativa para desarrollar esta área de la economía, tanto en la explotación de hidrocarburos en tierra como en las aguas del Golfo, pero como Cuba no tiene la tecnología ni el dinero, nos hemos asociado a otras compañías de muchos países. Siempre decimos que para nosotros lo importante no es si la extracción la hacemos nosotros, sino que el beneficio del proceso de inversión sea para los cubanos. Veremos con satisfacción si México se puede insertar en el proceso de desarrollo de esta industria en Cuba. Tenemos yacimientos transfronterizos y esperemos que haya perspectivas para trabajar en conjunto en su explotación.

¿En el ámbito multilateral, México debería tener una participación más activa con Cuba?

En los temas esenciales como el bloqueo económico de Estados Unidos hemos contado con el apoyo de México. También hemos visto el apoyo de la sociedad civil y del Legislativo en la liberación de los cinco cubanos presos injustamente en Estados Unidos. Esperamos que en la próxima campaña de liberación (del 4 de septiembre al 6 de octubre) por los que aún están encarcelados, haya el mismo apoyo. Esperamos que el poder Legislativo mexicano vuelva a manifestar su apoyo y que haga saber estos principios a su contraparte estadounidense.

¿En este contexto de crisis migratoria por el crecimiento de los flujos de indocumentados hacia Estados Unidos, se ha incrementado el tránsito de migrantes cubanos?

Ha aumentado, y en el caso de México a pesar de que tenemos un diálogo permanente para lograr una migración legal segura y ordenada, no podemos obviar la existencia de la Ley de Ajuste Cubano que admite de manera automática a los cubanos aún sin documentos.

En la medida que hay mayor vigilancia en las costas de Estados Unidos, la migración a través de México hacia allá es la ruta favorita y segura. Si el cubano recibiera el mismo trato que un mexicano hondureño y salvadoreño, esto sería diferente.