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Historia. Dijo adiós al uniforme militar

Jorge Alejandro Medellín| El Universal
Viernes 20 de diciembre de 2013
<b>Historia.</b> Dijo adis al uniforme militar

COMBATE. Jesús Gutiérrez Rebollo fue nombrado por Ernesto Zedillo como “zar antidrogas”; murió de cáncer de próstata. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )


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“Quiero mi traje azul, mis zapatos, todo”, les dijo el general Jesús Gutiérrez Rebollo a sus familiares y abogados sentado en el sillón reclinable que tenía en su habitación. Ya no quería usar más el uniforme del Ejército.

Al militar le acababan de notificar que luego de dos años de internamiento en el Hospital Central Militar (HCM) —a donde logró ser enviado para tratarlo de cáncer de próstata en fase terminal— podía pasar sus últimos días en compañía de su familia. Demasiado tarde.

Quiero ese traje, porque así voy a salir de aquí, repitió al tiempo en que se acomodaba para descansar. Le obedecieron sus hijos y su esposa, que lo acompañaban la madrugada de ayer.

Salieron de la habitación para buscar la ropa y hacer los trámites necesarios, pero minutos después una de las enfermeras que lo atendía se dio cuenta de que el general no reaccionaba, que estaba inmóvil en el sillón sin mostrar signos vitales.

Los médicos lo ingresaron de inmediato a uno de los quirófanos de la Sala de Generales del HCM, pero advirtieron que el pronóstico de vida no era bueno. De regreso a su habitación, los cirujanos dijeron a la familia que el general tenía muerte cerebral.

Por ley, dice su hijo César, en el DF no se puede desconectar a alguien en esas condiciones. Se debe esperar a que todos los órganos de la persona dejen de funcionar para que se le declare oficialmente muerto.

Esa era la situación con el general Rebollo, pero su estado de salud estaba tan deteriorado que todo fue cuestión de minutos, añade su hijo, abogado de profesión y alguna vez integrante del Servicio de Justicia Militar en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

En menos de una hora, tras la intervención, el general Gutiérrez Rebollo, el mítico primer “zar antidrogas” del gobierno de Ernesto Zedillo fallecía luego de una penosa enfermedad; se iba marcado por el estigma de ser el primer militar con el grado más alto acusado de nexos con el narcotráfico y agobiado por el asedio legaloide de una justicia militar y civil que hasta el último momento de su vida le negó la posibilidad de terminarla con su familia.

Desde su arresto e ingreso al penal federal de Almoloya (hoy de El Altiplano) y luego al penal federal de El Rincón, en Nayarit, el general no volvió a pisar su casa o la de algún familiar.

El permiso concedido para abandonar el hospital militar era para que el general convaleciera en casa de una sobrina que vive en Cuernavaca, Morelos, pero no para ir a la suya en el DF.

Oficialmente el general no poseía propiedades, porque durante el proceso penal en su contra le fueron incautadas las que tenía y congeladas todas sus cuentas bancarias. No tenía, entonces, un lugar en donde vivir, según los jueces civiles y militares que llevaron la causa.

Por eso le negaron amparo tras amparo y sólo accedieron a permitirle pasar sus últimas semanas o días en la casa de un familiar después de revisar cuidadosamente la solicitud.

¿Venganza?

Jesús Gutiérrez Rebollo fue el primer militar designado por un presidente de la república para encabezar un organismo creado exclusivamente para combatir a los cárteles del narcotráfico en 1996: el Instituto Nacional de Combate a las Drogas (INCD), en el que solo duró 72 días antes de ser detenido.

Al frente del INCD encabezó y diseñó diversas operaciones para investigar y desmantelar a las organizaciones criminales que entonces aparecían como las más poderosas, destacando el cártel de Juárez, que encabezaba Amado Carrillo, El Señor de los Cielos.

Gutiérrez Rebollo fue comandante de la quinta Región Militar, en La Mojonera, Jalisco, entre 1989 y 1996, en donde destacó por la captura de Héctor Luis Palma Salazar, El Güero Palma, en 1995.

Como director del INCD encabezó investigaciones en las que habría identificado vínculos entre los hermanos Amezcua y familiares del presidente Zedillo. La investigación habría llegado a oídos del mandatario. Las conjeturas quedaron en eso, pero avivaron las versiones sobre los verdaderos motivos de su detención y proceso penal.

El 4 de febrero de 1997, el general fue citado en el despacho del secretario de la Defensa, Enrique Cervantes Aguirre, para detenerlo tras notificarle que había una investigación en su contra que lo vinculaba con el cártel de Juárez y con el narcotraficante Amado Carrillo a quien, según las pruebas brindaba protección.

El general de División Jesús Gutiérrez Rebollo, apasionado de la historia de México, admirador de Emiliano Zapata y de su tierra, Morelos será sepultado en su pueblo, Jonacatepec.



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