WASHINGTON.— La propuesta de ley de reforma migratoria que introducirá el bloque de ocho senadores demócratas y republicanos en la Cámara Alta, contempla un nuevo plan de seguridad fronteriza con México que incluirá la inyección de más de 3 mil millones de dólares en la construcción de nuevos tramos de muro, la contratación de más agentes fronterizos, la modernización y reforzamiento de la infraestructura y tecnología y el aumento de vuelos no tripulados o drones para mantener una vigilancia constante.

Fuentes familiarizadas con las negociaciones adelantaron que el nuevo plan es un componente esencial del proyecto de ley que entraría en vigor 180 días después de la promulgación de la ley.

El senador republicano John McCain dijo que la presentación de una reforma migratoria integral prevista para hoy podría postergarse para mañana por la tragedia en Boston.

Bajo el título Southern Border Fencing Strategy (Estrategia para el Cercado de la Frontera Sur), este capítulo formaría parte de un esquema de seguridad estratégica más amplio bajo el enunciado de Estrategia de Seguridad Exhaustiva en la Frontera Sur. En caso de que sea aprobada la reforma migratoria, su objetivo será identificar los tramos de la frontera donde será necesario ampliar el cercado y definir los puntos donde se reforzará la vigilancia tecnológica.

La inclusión de este capítulo de seguridad fronteriza es una clara concesión a los miembros del Partido Republicano que han decidido respaldar la iniciativa de ley y que necesitan de contraprestaciones para justificar su apoyo a una propuesta que es vista como una forma de amnistía por el sector más conservador de las tribus republicanas.

Para líderes de distintas organizaciones defensoras de la comunidad inmigrante, la inclusión del capítulo de la seguridad fronteriza con México es una concesión arriesgada que le da al movimiento conservador una poderosa herramienta para negociar desde una posición de fuerza. La falta de claridad, a la hora de definir los criterios que marcarán los avances o retrocesos en materia de seguridad fronteriza, podrían frenar o condicionar los avances en las negociaciones que arrancarán en el curso de las próximas semanas.

Desde los grupos de presión del ala conservadora, algunos de sus líderes han insistido en que mientras no haya una garantía plena de seguridad en esa frontera, las negociaciones para conceder una vía a la ciudadanía a los indocumentados tendría que esperar. Además, se tendrá que reforzar y mejorar el sistema de verificación para controlar la entrada y salida de personas con visas temporales en EU.

El presupuesto tentativo para cumplir con estos objetivos ronda los 3 mil millones de dólares adicionales al presupuesto que ya se asigna a la seguridad fronteriza. Actualmente, según los cálculos de distintos expertos e instituciones la seguridad fronteriza demanda de una inversión anual de entre 17 mil y 18 mil millones de dólares.