Agradece Japón la solidaridad de México
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El embajador de Japón en México, Shuichiro Megata, agradeció ayer a nuestro país la solidaridad mostrada tras el terremoto y tsunami del 11 de marzo del año pasado, en una ceremonia oficial para recordar a las casi 20 mil víctimas de esa catástrofe natural.
Luego de que se guardara un minuto de silencio para honrar a las personas que perdieron la vida y en cuya memoria el coro de la Asociación México-Japonesa interpretó un fragmento del Réquiem de Mozart, el embajador Megata dijo que “gracias al cálido apoyo recibido de México y el mundo”, Japón ha dado los primeros pasos hacia la reconstrucción.
“Casi todo Japón ha recuperado la normalidad y se podrán realizar negocios, estudios y turismo con tranquilidad”, dijo. El diplomático reiteró la determinación de su gobierno no sólo para lograr la reconstrucción de las zonas afectadas, sino el renacimiento de una comunidad más fuerte contra desastres y la revitalización de la economía japonesa.
“A pesar de las adversidades sufridas, la tragedia sirvió para demostrar la capacidad de recuperación de la sociedad japonesa, así como la importancia de ‘kizuna’, es decir, los lazos de amistad que nos unen con la comunidad internacional”, expresó.
En la ceremonia, el senador José González Morfín, presidente de la Mesa Directiva del Senado mexicano, recordó que Japón tendió la mano a México durante el terremoto de 1985 para salir adelante y 26 años después, México acudió al llamado de auxilio de “nuestros amigos japoneses” y ofreció su ayuda incondicional.
Toshio Hirano, director ejecutivo de la ONG japonesa para emergencias, JEN, vino de Japón como “embajador de kizuna” para mostrar su agradecimiento a México. Dijo que aunque “no podemos evitar los terremotos o tsunamis, ya que son fenómenos naturales, podemos prevenirlos preparándonos”.
Al término de la ceremonia, el embajador Megata entregó diplomas de reconocimiento a los miembros del equipo mexicano de rescatistas que trabajaron hace casi un año en Japón, junto con sus perros, en la localización de los cuerpos de las víctimas.