WASHINGTON.— A sólo un mes del arranque de las primarias en Estados Unidos, la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, amenazó ayer con ventilar algunos secretos que podrían dinamitar las aspiraciones presidenciales de Newt Gingrich, quien se ha colocado a la cabeza de preferencias en el seno de la base conservadora republicana.

“Uno de estos días vamos a tener una buena conversación sobre Newt Gingrich”, dijo Pelosi durante una conversación con la publicación Talking Points Memo.

“Sé mucho sobre él. Estuve en el comité que lo investigó. Cuatro de nosotros encerrados en un cuarto, en un lugar secreto durante un año. Mil páginas de todas sus cosas”, añadió, desatando un mar de especulaciones sobre los muchos pecados y numerosos asuntos pendientes que podrían obstaculizar la carrera de Gingrich a la Casa Blanca.

El aspirante republicano se vio envuelto en varios escándalos que fueron a parar a manos de la comisión ética en 1988. Al final, el ex portavoz de la mayoría republicana fue multado con 300 mil dólares por el comité.

La reacción a la advertencia de Pelosi no se hizo esperar. “Esa es una violación de las reglas de la Cámara de Representantes. Ahora ella está lista a abusar del proceso ético”, dijo Gingrich, quien ayer se reunió con el magnate Donald Trump.

Según Gingrich, las declaraciones de la representante son un “temprano regalo de Navidad” y lejos de perjudicarle podrían beneficiarle en el corto plazo frente a la base más conservadora que ha hecho de Pelosi una de sus más odiadas adversarias.

Un sondeo de la cadena NBC mostró ayer que Gingrich se mantiene a la cabeza de las preferencias, con 26%. Sus dos más inmediatos adversarios son el ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, con 18%, y el congresista por Texas, Ron Paul, con 17%.