NUEVA YORK.— La necesidad de transparentar las acciones de gobierno y estimular una democracia más participativa se han convertido en una necesidad urgente para todos aquellos que no quieran ser arrollados por el tren de la historia, concluyó ayer el Club de Madrid, en su segundo —y último— día de reuniones.

Tras las revueltas que han traído consigo la caída de los regimenes en Libia, en Egipto o en Túnez, la necesidad de escuchar los reclamos de ciudadanos que hoy exigen cambios está en relación directa con la capacidad de los gobiernos e instituciones para superar un momento histórico de transición que ha llegado de la mano de las redes sociales y de las nuevas tecnologías de comunicación. “Sólo es el principio de una fase en la que los gobiernos tendrán que resolver la forma en que actúan de forma más abierta y eso va a requerir modelos de gobierno más innovadores para dar de baja a los que son más cerrados y tienden más al control.

“Tendremos que lograrlo con el concurso de la gente que tiene el conocimiento, el entusiasmo y la voluntad para contribuir a favor de ese cambio porque los desafíos que se nos vienen encima son enormes”, aseguró Beth Noveck, una de las promotoras de la iniciativa Gobiernos Abiertos que ha impulsado la administración estadounidense de Barack Obama.

El tema dominó los trabajos de ayer de la Asamblea Anual del Club de Madrid, que culminaron con una cena de gala.

En el evento fue galardonado el ex presidente de EU, Bill Clinton, por su liderazgo en el seno de esta organización que tuvo como objetivo analizar, en el décimo aniversario de su fundación, los retos que ha traído consigo la revolución de las tecnologías digitales.

“Hoy, los cambios no están llegando desde el centro. Están llegando desde la periferia”, añadió Noveck, en referencia a los movimientos de los “indignados” o de los miembros de “Ocupen Wall Street” que han llegado para desafiar al status quo y a las estructuras de gobierno.

“Tenemos que ser capaces de aprender de esta inteligencia colectiva y entender que el tiempo de los gobiernos cerrados ha llegado a su fin. Tenemos que ser capaces de procesar las miles de ideas que están llegando desde distintos del punto del planeta.

“Tenemos que aprender a manejar el caos. Es como tratar de organizar un ramo de flores, mientras vemos cómo se multiplican las flores por doquier. Tenemos que ser capaces de entender los cambios y encontrar la forma de organizar una plataforma de ideas y propuestas de acción”, dijo Noveck,

Se pasó revista al papel que jugarán los medios de comunicación, los cuales, dijeron los participantes, tendrán que modificarse para no sucumbir ante el embate de las redes sociales que reclaman el fin de la intermediación en el manejo de la información. “El periodismo se está transformando a velocidad vertiginosa. En el proceso algunos periódicos cerrarán, pero quienes sean capaces de entender los signos de los tiempos, podrán seguir ejerciendo un periodismo de calidad que aún tendrá una vida larga”, consideró Kamal Bherwani, jefe de la sección digital del Grupo PRISA.