PARÍS/TRÍPOLI (Agencias).— Al tiempo que la Interpol emitió una orden de arresto contra Muammar Gaddafi, las tropas que representan al nuevo gobierno libio entraron ayer a Ban Walid, una de las últimas ciudades leales al dictador y reportaron combates en las calles.

Los combates estallaron también con virulencia en los alrededores de la ciudad de Sirte, donde soldados leales a Gaddafi lanzaron una serie de cohetes contra posiciones de las fuerzas rebeldes ubicadas a unos 90 kilómetros al este. Hasta el momento no se ha informado de víctimas en el frente de Sirte, donde en las horas pasadas perdieron la vida cinco rebeldes que buscaban avanzar a una aldea vecina.

En Bani Walid, los enfrentamientos comenzaron después de que la aviación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) abriera fuego y destruyera una lanzadera de cohetes en poder de las fuerzas gaddafistas, explicaron oficiales sobre el terreno. “Hemos avanzado hacia el centro de la ciudad desde las carreteras de Misurata y Trípoli”, explicó el comandante Abdala al-Jazami, al mando de una columna rebelde.

Tampoco en esta ciudad se ha informado de posibles víctimas, aunque los pocos habitantes que han logrado escapar afirmaron que la situación en el interior es dramática.

Los combates se han recrudecido escasas horas antes de que expire, hoy, el ultimátum dado por la autoridad rebelde a la ciudad para que capitule.

Tampoco se sabe nada del paradero de Gaddafi, aunque Interpol anunció ayer que ha emitido una orden de detención en contra de él, de su hijo Saif al Islam y su cuñado Abdulá al Senusi, ex director de la inteligencia militar del régimen.

La emisión de la orden responde a la petición hecha el jueves por el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, que investiga a Gaddafi y su gente por crímenes contra la humanidad. Según la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), la notificación fue enviada a los 188 países miembros.

En ella se incluyen datos de identificación e información judicial de esas tres personas y, según el secretario general de la organización, Ronald K. Noble, “restringirá de manera significativa su capacidad de cruzar fronteras internacionales”.

Por lo pronto, Estados Unidos enviará este fin de semana un equipo diplomático a Trípoli para empezar a trabajar en las labores de reapertura de la embajada estadounidense en Libia, cerrada en febrero, cuando comenzó la rebelión, según informó el Departamento de Estado.

En Nueva York, El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) comenzó a debatir el despliegue de una misión para apoyar a las autoridades de transición en Libia. Ian Martin, asesor especial de la ONU para la planificación post conflicto en Libia, dijo que el Consejo espera adoptar una resolución lo antes posible para que la ONU pueda comenzar a entregar ayuda de emergencia al pueblo libio.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, propuso la misión para acelerar la entrega de la ayuda humanitaria y definir las necesidades y deseos de Libia bajo el Consejo Nacional de Transición (CNT).