BENGASI/AGADEZ (Agencias).— Los nuevos líderes libios enviaron delegados al vecino Níger ayer para evitar que el líder libio Muammar Gaddafi y su entorno evadan la justicia huyendo a través de la desértica frontera hacia Estados africanos amigos.

A su vez, la Casa Blanca llamó a los países vecinos de Libia a detener a Gaddafi y a sus familiares, si alguno de ellos busca refugio allí. El vocero de la Casa Blanca Jay Carney dijo que Estados Unidos entregó ese mensaje específicamente a Níger, que tiene frontera con Libia.

Una resolución de la ONU prohíbe que Gaddafi y su familia, así como algunos miembros del régimen, viajen al exterior. Carney dijo que la ONU debe ser notificada de inmediato si alguien en la lista ha ingresado otro país. Argelia, otro de los vecinos de Libia, afirmó que varios de los familiares de Gaddafi, incluyendo su esposa, han cruzado al país.

El gobierno de Níger indicó que aceptó “por razones humanitarias” a un grupo de 13 libios que llegó al país en una caravana, pero confirmó que el derrocado dictador no se encontraba entre ellos.

Horas antes, los insurgentes libios dijeron que tenían rodeado a Gaddafi y era sólo cuestión de tiempo hasta que sea capturado o muerto. El viceministro de defensa del Consejo Nacional de Transición (CNT), empero, reconoció que los insurgentes no tienen la menor idea sobre el paradero de Gaddafi. Las autoridades del nuevo gobierno de Libia han ofrecido declaraciones contradictorias sobre el presunto paradero de Gaddafi desde la caída de la capital el mes pasado y muchas informaciones sobre el lugar en que se encontraba resultaron no ser ciertas.

“El CNT envió una delegación a Níger para discutir la posible llegada de Gaddafi”, dijo Fathi Baja, jefe de asuntos políticos del consejo a Reuters en Bengasi, agregando que el derrocado líder podría estar cerca de las fronteras con Níger o Argelia.

“Creo que está cerca de una de esas fronteras (...) y está buscando una oportunidad para irse”, afirmó Baja.

En tanto, aislados del mundo exterior, sin electricidad, agua y gas, los habitantes de Bani Walid sufren una situación dramática desde que hace más de una semana las tropas rebeldes se apostaran a las puertas de la ciudad y exigieran a los gaddafistas que entregaran las armas.

No es posible acercarse hasta este terroso oasis situado 150 kilómetros al sureste de Trípoli. Los rebeldes detienen a todo vehículo que se acerca a la altura de la aldea de Wishtata, a 40 kilómetros de Bani Walid.

La cara amable del dictador

Gaddafi muestra su lado juguetón en un video familiar que salió a la luz ayer, pero las preguntas a su nieta que le pellizca la nariz revelan una cierta paranoia.

“¿Me quieres?”, pregunta insistentemente el ex “Hermano Líder” a la niña al sentarse a su lado y acariciarle el pelo, en una de sus características carpas en su complejo de Trípoli.

“No”, dice ella con firmeza en el video, que se cree que fue grabado en 2005 y al que Reuters tuvo acceso.

“¿Entonces, me odias? ¿No soy bueno? ?No soy dulce?”, dice Gaddafi, vestido con una camiseta blanca y con el pelo rizado despeinado. “No”, dice ella mirando a la cámara.