SANTIAGO (Agencias).— El gobierno del presidente chileno, Sebastián Piñera, reprimió ayer con chorros de agua y gases lacrimógenos las protestas de miles de estudiantes que reclaman mejoras a la educación. Al menos 527 personas resultaron detenidas, según explicaron las autoridades.

Piñera, cuyo nivel de aprobación ha caído hasta el 26%, de acuerdo con una encuesta difundida por Centro de Estudios Públicos (CEP), ordenó el despliegue de más de mil policías para enfrentar las manifestaciones, anunciadas desde hace días y prohibidas por el gobierno el jueves, en la peor crisis de su gobierno, que arrancó en 2010.

“El escenario de hoy (por ayer)se parece mucho al estado de sitio en dictadura”, denunció la líder universitaria Camila Vallejo, mientras la oposición de centroizquierda y organismos de derechos humanos realizaban un “cacerolazo” en Santiago, Valparaíso y Concepción. En la jornada, además del medio millar de detenidos, en su mayoría jóvenes, hubo 14 policías heridos.

Con vehículos, a caballo o a pie, la policía se lanzó contra los manifestantes, que llevan ya dos meses de protestas. Sin embargo, y pese a la acción de las autoridades, unos 200 estudiantes ocuparon el canal de televisión Chilevisión, exigiendo hablar por las pantallas del medio en vivo al país. Hasta el cierre de esta edición, permanecían allí.

El vocero del gobierno, el ministro Andrés Chadwick, primo de Piñera, justificó las medidas contra los jóvenes. “La policía ha actuado conforme a la ley, está cumpliendo con su responsabilidad y cuenta con el respaldo del gobierno”, subrayó.

La prohibición de las marchas se basa en un decreto emitido por el dictador Augusto Pinochet para disolver protestas en su contra. Pero la centroizquierda, que goza de mayoría en la Cámara Alta, expresó su repudio.

El senador socialista Fulvio Rossi denunció que entre los estudiantes agredidos hay menores de edad y amenazó con que a partir de ahora la oposición bloqueará todas las iniciativas legislativas del gobierno. “Se están violando derechos humanos fundamentales de los niños”, dijo.

Todo comenzó por la mañana, al efectuarse una primera marcha desde Plaza Italia hacia el presidencial Palacio de La Moneda, que fue bloqueada por los carabineros con carros lanza agua y gases lacrimógenos.

Una segunda manifestación, que cubriría el mismo trayecto, también fue desarticulada por la policía con los mismos métodos, aunque en esta oportunidad los estudiantes y sus simpatizantes encendieron barricadas en las calles. Además de la capital, también se registraron protestas en las principales ciudades del país, como Valparaíso, Concepción y Valdivia.

“Esto es dictatorial, estamos impactados”, señaló la líder estudiantil Laura Ortiz. Algunos de sus compañeros reportaron haber oído balazos.

El escalamiento del conflicto, que pareció distenderse a comienzos de semana con el inicio de negociaciones, indujo a varios líderes del alumnado a reclamar posturas más duras. “El diálogo se está cerrando”, sostuvo el vocero de los escolares, Freddy Fuentes, cuyo sector mantiene tomas de liceos hace meses. Los jóvenes, que denuncian los costos de estudiar en Chile, desecharon ayer la más reciente oferta del gobierno y le exigieron un nuevo planteamiento en el lapso de seis días.