ISLAMABAD (Agencias).— Ilyas Kashmiri, un alto comandante talibán ligado a Al-Qaeda y considerado como posible sucesor del fallecido Osama bin Laden, murió en un ataque estadounidense con misiles en Paquistán, dijo ayer un funcionario de inteligencia.

El fallecimiento del insurgente paquistaní es otro avance importante para la inteligencia de Estados Unidos, luego de que un equipo militar de élite de ese país matara a Osama bin Laden en una localidad cerca de Islamabad, el 2 de mayo.

La cooperación de Islamabad, que habría “alertado” a EU, en la muerte de Kashmiri, podría ayudar a reparar los lazos paquistaníes con Washington, profundamente dañados cuando se supo que Osama aparentemente había vivido en Paquistán por años.

A Kashmiri se le atribuye la muerte de decenas de paquistaníes. En el ataque, que fue realizado el viernes en la región tribal de Waziristán del Sur, habrían muerto otras siete personas.

“Estamos seguros de que murió. Estamos intentando retirar los cuerpos”, declaró el funcionario de inteligencia paquistaní. “Queremos obtener fotografías de los cuerpos”, agregó.

Kashmiri habría estado detrás de los atentados del 2008 en Mumbai, India.

Desde agosto de 2010 se encontraba en la lista de la ONU de los terroristas más buscados. Fue líder de la organización Harakat ul Yihad Islami (Movimiento para la Yihad Islámica) y era considerado jefe de operaciones de la red terrorista en Paquistán. Tras la muerte de Osama, Kashmiri habría sido convocado nuevamente para unirse al consejo dirigente de la organización.

El islamista ya había sido dado por muerto en septiembre de 2009 en Waziristán del Norte en otro ataque estadounidense, pero poco después reapareció y anunció nuevos atentados.

En febrero de 2010 Kashmiri se atribuyó la bomba colocada en el local “German Bakery”, en Pune, que mató a 17 personas.