NUEVA YORK (Notimex).— A dos años de la puesta en marcha del programa Comunidades Seguras, que permite a la policía estatal y local verificar el estado migratorio de inmigrantes hispanos, funcionarios dudan de la participación voluntaria o no de las instancias.

De acuerdo con el diario The New York Times es latente esta confusión, ya que ni el Departamento de Seguridad sabe resolver estas preguntas sobre el programa, que envía huellas digitales de cada arrestado, antes incluso de ser declarados culpables de un delito, para verificar su estatus migratorio.

Las respuestas cobran importancia porque mientras que el gobierno del presidente Barack Obama ha hecho de Comunidades Seguras una piedra angular en su estrategia en favor de controlar la inmigración, muchas agencias estatales y locales no quieren implementar el programa.

Según el rotativo, las agencias del orden saben que este programa es utilizado para deportar a decenas de miles de personas que no tienen antecedentes penales y deciden no unirse pese a que se supone se concentra estrictamente en criminales peligrosos.

Ahora que existe un espacio para la policía local en los asuntos migratorios, este programa debe ser estrictamente limitado y elaborado con cautela, opinó el periódico.

Su prioridad, según NYT, debe ser la captura y deportación de delincuentes peligrosos, dejando que permanezcan en ese país las personas que no tienen antecedentes penales, que es la inmensa mayoría de la población indocumentada.

El The New York Times recalcó que en varias ocasiones el presidente Obama ha prometido que trabajará para cambiar las leyes de inmigración con el fin de que indocumentados que trabajan duro puedan lograr el estatus legal.

El programa Comunidades Seguras va en contra de esa promesa.

Además de que es negativo para la seguridad pública. Los estados, ciudades y poblados deben tener la opción de adaptarlo o no.