BOGOTÁ (Agencias).— Un ex jefe del servicio secreto colombiano responsabilizó a los principales asesores de Álvaro Uribe (2002-2010) del espionaje del que fueron víctimas líderes de la oposición, magistrados y periodistas en el gobierno del hoy ex presidente, según un cable de WikiLeaks difundido ayer.

Los nombres de los abogados colombianos José Obdulio Gaviria y Bernardo Moreno salieron a relucir en un reporte enviado a Washington en septiembre de 2009 por la embajada de Estados Unidos en Bogotá y según el cual la acusación fue hecha por Andrés Peñate, quien fuera director del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) y es investigado por las escuchas y seguimientos ilegales a diversos personajes.

La información fue publicada ayer en el diario El Espectador de Bogotá, cuyo director, Fidel Cano, recibió de manos del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, alrededor de 16 mil cables sobre Colombia y Venezuela.

Hace varias semanas, el diario francés Le Monde publicó un cable que indicaba que el director de la policía colombiana, general Óscar Naranjo, le comentó al anterior embajador estadounidense en Bogotá, William Bronwfield, que consideraba a Gaviria, asesor principal de Uribe, y a Moreno, el entonces secretario general de la presidencia, como los instigadores del espionaje, que en su momento suscitó un gran escándalo en Colombia.

El escrito de Brownfield indica que Naranjo y Peñate le comentaron por separado que Gaviria había “presionado” al DAS para efectuar el espionaje, que produjo un enorme escándalo en los últimos meses de la administración Uribe.

Figura polémica

La presencia de Gaviria siempre produjo una gran polémica en el entorno de Uribe, no sólo por la presunta influencia que ejercía sobre el mandatario, sino porque la oposición recordaba con frecuencia sus vínculos familiares con Pablo Escobar Gaviria, abatido en 1993 y que en los 80 fue considerado el principal narcotraficante del mundo.

Gaviria negó las acusaciones y aseguró que se siente traicionado. “Creía tener una amistad con él (Peñate), pero creo que traicionó al gobierno, traicionó al presidente Uribe y me traicionó a mí”, dijo Gaviria a la cadena radial RCN. Del general Naranjo dijo que “nunca fue capaz de salir a decir que le mintió a la embajada (estadounidense)”.

En los despachos, Brownfield “recuerda (...) que el entonces presidente de la Corte Suprema, Francisco Ricaurte, y el ex senador Gustavo Petro acusaron a la Casa de Nariño (sede del Ejecutivo colombiano) de haber ordenado las ‘chuzadas’ (las intervenciones telefónicas)”. “La ex subdirectora de Operaciones del DAS Marta Leal (detenida) aseguró ante la Fiscalía General de la Nación que Peñate había dicho que la información de las chuzadas era requerida por la Casa de Nariño, pero Peñate negó que se hubiera referido al ex presidente Álvaro Uribe”, continúa la publicación.

En otro apartado, Brownfield reporta que el periodista Félix de Bedout, una de las víctimas del espionaje, señaló al también detenido José Manuel Narváez, ex subdirector del DAS, como “enlace principal de la Casa de Nariño con el DAS”, aún después de que saliera del cargo.

La Fiscalía General investiga a Peñate y a los también ex directores del DAS Jorge Noguera, Joaquín Polo y María del Pilar Hurtado por el espionaje, que salió a la luz pública a comienzos de 2009.

Hurtado se asiló a finales del año pasado en Panamá, mientras que Noguera también está comprometido en otro caso por vínculos con grupos paramilitares de ultraderecha.

Felicitaciones de Uribe

Un ex funcionario del DAS, William Romero, afirmó en diciembre pasado que el entonces presidente Uribe sí estaba enterado de los seguimientos e interceptaciones telefónicas y que incluso felicitó a Hurtado y todo su equipo por la labor que estaban desempeñando.

La Procuraduría General de Colombia sancionó con la destitución a posteriori e inhabilidad por 18 años para ejercer cargos públicos tanto a Hurtado como a Moreno, a quienes encontró responsables de espionaje.

Uribe, quien insiste en que no estaba enterado del espionaje, es investigado por la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes.