ROMA (Agencias).— El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo el martes que no renunciará por una investigación en la que se le acusa de haber pagado por tener sexo con una bailarina de 17 años de edad de un club nocturno.

“¿Qué, están todos locos?”, respondió Berlusconi cuando le preguntaron si cedería ante los llamamientos de la oposición para que renuncie. “Estoy absolutamente tranquilo, estoy disfrutando”, agregó.

La presión sobre el primer ministro creció luego de que los magistrados enviaran un reporte al Parlamento alegando que un número “significativo” de mujeres jóvenes se prostituyeron con Berlusconi en sus casas.

“Si el primer ministro tiene algo de dignidad, debería renunciar e ir ante los investigadores para enfrentar cargos infames”, indicó Dario Franceschini, líder parlamentario del Partido Democrático, la mayor agrupación política de la oposición, a la Cámara baja.

Franceschini, cuyo llamado fue respaldado por otros partidos de la oposición, indicó que Berlusconi debería dejar de considerarse a sí mismo “por encima de todo, incluso la ley”, y dejar que los jueces decidan en su caso.

El presidente italiano Giorgio Napolitano pidió ayer a la magistratura verificar “lo antes posible” las acusaciones de concusión (abuso de poder) y favorecimiento de prostitución de la menor. Mientras la Iglesia católica criticó duramente los nuevos escándalos sexuales de Berlusconi, que fueron objeto de descalificaciones en el diario L’Avvenire, el órgano de prensa de la Conferencia Episcopal Italiana.

En tanto, parlamentarias de su partido salieron en defensa de su líder, Silvio Berlusconi, y del respeto que, según ellas, él ha mostrado a la mujer y a los menores de edad.